Si alguna vez lo has intentado, sabrás que perder peso no es una tarea fácil. Pero mantenerlo después de haberlo perdido, es una tarea incluso más ardua. Y es que cuando conseguimos nuestro objetivo de adelgazar, normalmente solemos tender a descuidar un poco más nuestra alimentación pensando que todo está hecho.. Sin embargo, el momento del mantenimiento es el más importante. Porque una dieta saludable debería ayudarte a cambiar de hábitos y estos hábitos deberían de ser para toda la vida, no solo para una semana o un período de tiempo...
Por todo esto, hemos seleccionado algunos consejos para que mantenerte en tu peso después de haber realizado una dieta de adelgazamiento sea mucho más sencillo. La clave está en optar por alimentos saludables, y cocinarlos para que estén ricos y que sean apetecibles. Recuerda que no hay alimentos prohibidos. Ya sabes, cuando nos prohibimos un alimento en concreto, psicológicamente lo deseamos más, por lo que no elimines ninguno de tu dieta. La clave está en que no te martirices si algún día puntual te das un capricho, como una hamburguesa, aunque es importante que intentes buscar alternativas saludables con las que te sientas bien.
Por ejemplo, en este caso, en lugar de acudir a un restaurante de comida rápida, puedes preparar el plato en tu propia casa, con pan de centeno 100% integral, preferiblemente de panadería, y verduras al gusto: lechuga, tomate, pepinillos (los encurtidos son muy beneficiosos y bajos en calorías)... Da un paso más y dora a la plancha cebolla, champiñones y si tienes mucha hambre, incluso puedes hacer un huevo sin abusar del aceite de oliva a la hora de freírlo. Carne 100% de vacuno y a disfrutar. Esta es solo una idea, pero hay mil maneras de satisfacer los antojos de una manera mucho más saludable. Frutos secos, trocitos de fruta, chocolate puro, cereales...
Ahí van nuestros consejos infalibles para llevar una vida mucho más sana, que harán que no cojas el peso perdido después de haberte sacrificado y de haber hecho una dieta para adelgazar. ¡Evita el llamado efecto yoyó y toma nota!
Cambiar de hábitos
La clave de una buena dieta está en el cambio de hábitos. Si vuelves a lo de antes, recuperarás el peso. Si estás en manos de un médico o nutricionista, él te guiará para mantenerte tras tu dieta. Si no es así y haces otro tipo de dieta, la fase de mantenimiento es clave así que síguela a rajatabla.

Cinco comidas
Tres principales: desayuno, comida y cena. Y dos más ligeras: a media mañana y en la merienda. Haciendo cinco comidas tu metabolismo estará activo y llegarás a la siguiente comida sin mucho hambre. No hay que saltarse ninguna.

Picoteos sanos
Sigue tomando alimentos sanos y entre las comidas principales, si tienes antojos, opta por una fruta o un tentempié como los frutos secos crudos.

Mucha fibra
La fibra es la clave de una buena alimentación. Pásate al pan integral de centeno, toma más fruta. La pasta y el arroz, integral. Lo notarás. Estos son alimentos saciantes, que aportan energía y con los que te sentirás menos pesada.

Cenas ligeras
Olvídate de los hidratos de carbono en la cena ya que te aportarán energía que no quemarás porque vas directamente a la cama. Opta por alternativas ligeras, con carnes con poca grasa a la plancha y las frutas y verduras como protagonistas.

No dejes el ejercicio
Casi todas las dietas se combinan con ejercicio. Ya tienes la rutina así que... ¡No la pierdas! Con algo de ejercicio regular quemarás calorías, tonificarás tu cuerpo y te sentirás mucho mejor.

Cuidado con los alimentos preparados
A todas nos encantan los bollos que encontramos en el bar a la hora de desayunar, tomar un tentempié dulce a media tarde... Pero mucho cuidado con los alimentos preparados que están cargados de azúcares refinados y grasas trans. Un día está bien... ¡pero no abuses de ellos!

Comer fuera de casa
¿Comes fuera de casa? Puedes controlar la dieta igualmente: empieza con un primero a base de verdura, una ensalada o una crema y luego opta por un segundo ligero: carne a la plancha, pescado asado... Siempre hay opciones sanas y ricas.

Compensa los excesos
Es fácil que un día tengas una comida o cena familiar y te pases un poco. La clave para no engordar está en compensar los excesos. Si te has pasado en la comida, cena ligero y aumenta tu sesión de ejercicio.

Cocina en casa
Si aprendes a cocinar en casa, controlarás muy bien qué comes y la cantidad de azúcar y grasa que tienen tus platos. Opta por cocinar los alimentos a la plancha, al vapor y al horno para que sean más ligeros.

Date un antojo una vez al mes
Recuerda que lo que cuenta es lo que haces el 95% del tiempo, así que puedes darte un capricho de vez en cuando. ¡No te martirices por ello!
