La dieta de la enzima prodigiosa

Está suponiendo un verdadero boom en casi todo el mundo; Hiromi Shinya el médico que ha escrito el bestseller con el título La enzima prodigiosa, más que una dieta de adelgazamiento nos propone cambiar nuestros hábitos alimenticios para lograr una vida más larga y sana.
La dieta de la enzima prodigiosa

¿Qué es la enzima prodigiosa?

Nuestro organismo funciona gracias a más de cinco mil enzimas, unas proteínas especiales producidas por el propio cuerpo que realizan una función de catalizadores. Regulan la velocidad de múltiples reacciones químicas que se desarrollan en nuestro cuerpo.

El creador de esta dieta asegura que, para que se creen estas enzimas, debe existir inicialmente una enzima madre, muy necesaria para la reparación celular y cuya cantidad está limitada. Si agotamos esta enzima, ya no podremos reparar las células y enfermaremos, entre otras cosas. Por lo tanto, la clave de esta dieta es mantener esa enzima prodigiosa más que sana, infinita.

Principales puntos de la dieta de La enzima prodigiosa

Mantener una relación 85-90% de alimentos de origen vegetal y 10-15% de origen animal. Los granos (sin refinar) deben constituir el 50%, la verdura y frutas el 35-40%, y los alimentos de origen animal 10-15%.
Los alimentos animales se deben consumir en este orden: sobre todo pescado y algo de ave, como pollo, pavo, pato y huevos.
Además, hay alimentos intocables que debes evitar por encima de todo: la leche y los lácteos, así como la margarina.
Una de las últimas claves es, además de masticar bien (se recomienda unas 40-70 veces cada bocado), comer pequeñas cantidades. La cena será de tres a cinco horas antes de acostarte.
Por supuesto, para lograr un peso ideal y una salud de hierro es imprescindible realizar ejercicio físico y tomar abundante agua mineral o tratada, nunca del grifo.
El alcohol, el tabaco y el exceso de café o té también quedan prohibidos.

Aciertos y errores

Para empezar, esta dieta no tiene un tiempo determinado de acción, supone un cambio de vida. Si te decantas por ella, has de saberlo: no te hará bajar de peso en un mes ni podrás volver a tus antiguas costumbres. Por otra parte, ni jóvenes en edad aún de crecimiento, ni personas mayores o enfermas pueden llevarla a cabo porque, entre otras cosas, evita los lácteos, alimentos imprescindibles para diversos grupos de edad.Algunos especialistas aseguran que, además, esta dieta no tiene ningún sustento científico, ya que alimentar la enzima prodigiosa no parece que, a ciencia cierta, evite enfermedades como el cáncer. Esquivarás enfermedades o dolores que las malas costumbres puedan provocar en tu salud, pero no ninguna enfermedad más allá.

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