A pesar de los bulos que circulan, las miembros de la realeza no tienen ninguna prohibición de protocolo que exprese específicamente que no pueden llevar las uñas pintadas, excepto en el caso de la Casa Real británica, donde la difunta reina Isabel II siempre dejó claro que no quería que nadie de su familia se hiciese la manicura en un color que no fuera neutro y natural. Es por eso que, con mucha frecuencia, a Máxima de Holanda la vemos lucir esmaltes en color rojo, uno de los detalles que convierte en sus looks en algo más icónico si cabe.
Sin embargo hoy, en un acto donde Máxima ha hecho entrega del Premio del Fondo Cultural 2023 enfundada en un vestido firmado por Claes Iversen que ya estrenó en 2018 confeccionado en rosa y rojo, la reina consorte de los Países Bajos ha apostado por una manicura natural, en concreto, la que hoy día conocemos como ‘Old Money’ y que es perfecta para lucir en uñas cortas, ya que se caracteriza por la naturalidad.

La Old Money está asociada directamente con el lujo, ya que se suele lucir un esmalte clarito sobre una forma de uñas natural, ya sea cuadrada o redonda a través de un color neutro como podría ser el beis, el nude o el rosa maquillaje.
Aunque el diseño de uñas que más en tendencia está ahora mismo dentro del ‘Old Money’, no es realmente un color, sino una capa transparente con un acabado mega brillante, de la misma manera en la que la ha llevado Máxima de Holanda.

La monarca de Países Bajos ha marcado aún más su lujosa y elegante manicura a través de una francesa propia que se puede observar a través del esmalte transparente, ya que, a pesar de ser indicada por las expertas manicuristas para uñas cortas, otra de sus características es que sobresalga ligeramente por encima de la yema de los dedos y, por tanto, la zona de la uña conocida como “borde libre”, que se correspondería con la línea blanca de la manicura francesa, también queda presente.