El wet look es una las tendencias más atrevidas en términos capilares que ha conseguido conquistar las pasarelas y las calles ofreciendo un estilo seductor que evoca la frescura del agua y la sofisticación del glamour. Consiste en un acabado brillante y húmedo en el cabello, que puede variar desde un efecto sutil hasta un estilo más dramático y llamativo.

Esta técnica versátil puede adaptarse a diferentes ocasiones y estilos personales dando como resultado una apariencia elegante y pulida para una noche en la ciudad o, en su lado más opuesto, un aspecto desenfadado y playero para un día de verano o primavera. Por lo que podemos decir que el wet look se adapta a cualquier ambiente con su elegancia contemporánea.
De hecho, este peinado fue una de las opciones más recurridas en el show de Simone Rocha el pasado febrero en Londres. La diseñadora dublinesa presentó su última colección ‘The Wake’ en la iglesia Sant Bartolomew The Great y, en cuanto al estilismo capilar, contó con Eugene Souleiman que tuvo la ayuda de una de las marcas más populares de este momento, Keune Hairscometics.

Para lograr este efecto, se recomienda utilizar productos específicos como geles, ceras o aceites diseñados para crear ese acabado húmedo y brillante. Es importante aplicarlos con moderación para evitar que el cabello luzca grasoso o pesado, y peinarlo de manera que se mantenga suave y con movimiento.
Aunque el wet look no sólo se limita al cabello; también se ha convertido en una tendencia en el maquillaje, con un enfoque en la piel luminosa y radiante. Utilizando productos iluminadores y gloss, se puede lograr un rostro fresco y radiante que complemente a la perfección el cabello brillante y húmedo.

Una de las ventajas del wet look es su capacidad para realzar la textura y el brillo natural del cabello, sin importar su longitud o tipo (liso, rizado, ondulado...). Desde cabello corto hasta melena larga, este estilo puede transformar cualquier look en algo sofisticado y moderno, añadiendo un toque de audacia y elegancia.