Estamos seguras de que muchas de vosotras al coger los antiguos álbumes de fotos (porque si, antes de tenerlas almacenadas en el ordenador solíamos divertirnos revelándolas y colocándolas en álbumes) os habéis sorprendido de ver el peinado de vuestra abuela, madre o padre. O incluso de ver el vuestro hace unos años. Lo sabemos y no nos cansaremos de decirlo: las modas cambian y vuelven, pero los peinados – por suerte – no. Las décadas del cardado, de la laca, de los recogidos con muchísimos accesorios… marcaron un antes y un después en el terreno capilar. Tan solo hay que echar un vistazo a las películas de los ochenta y noventa para ver que los cardados y los tupés eran pura tendencia, como lo es ahora el pelo liso o el corte garçon. Miedo nos da imaginarnos que peinados llevaremos en unas décadas y lo que pensaran las futuras generaciones de nuestras antiguas modas. Porque sí, todos en su momento creíamos que los cardados iban a durar eternamente. Y sí, seguro que también lo pensaron, sin excepción, en el mundo de la realeza.
Echamos la vista atrás y rememoramos los viejos peinados de los royals (porque los nuestros ya nos han escandalizado bajo el comentario "pero… ¿cómo me dejabais salir con esas pintas?") y, de manera inevitable, abrimos la boca sorprendidas o murmuramos un “madre mía, qué pelos”, mientras sentimos que no éramos solo nosotras las que seguíamos esa alocada moda capilar. Siendo sinceras, hay algunas reinas que no han cambiado en absoluto. Por ejemplo, más allá del pelo teñido de canas, Isabel II se mantiene fiel a su estilo. Del mismo modo, que la reina emérita Sofía sigue la misma línea que hace unas décadas. Tal vez, puestos a señalar algo de los peinados de la emérita, destacar que ahora luce con un poquito menos de cardado, pero le favorece de las dos maneras enormemente.
Son las generaciones de las reinas actuales las que más nos han sorprendido con sus cortes y peinados. Una cosa es segura, el moño alto con cardado era tendencia en aquellos años. Es la única explicación que encontramos a la mayoría de los peinados que llevaban. Pero basta ya de hablar, te dejamos con algunos (porque no queremos ser muy malas) de los peinados más impactantes que hemos encontrado de nuestras queridas royals.
Rania de Jordania
¿Con o sin flequillo? Rania de Jordania lució este corte con el que tenemos sentimientos encontrados.
¿Un poco más de laca?
Demasiado volumen, demasiada laca... Máxima de Holanda lució este peinado en 2002 que todavía no olvidamos.
Charlene de Mónaco
Antes de cortarse su melena, Charlene llevó este recogido con mucho volumen y un tupé muy abombado.
Carlota Casiraghi
Un moño alto y una diadema con estampado y rejilla negra... no fue su mujer elección.
Coletero y moño
Para esta ocasión, vistió un elegante vestido verde que combinó con un rápido moño con coletero.
Máxima de Holanda
En uno de sus primeros actos oficiales, Máxima de Holanda lució esta tiara con el pelo muuy rizado. ¿Qué os parece?
Kate Middleton
Un falso bob con demasiado volumen. Sin duda, no fue la mejor opción de Kate para esta cita.
Al natural
En esta ocasión , Letizia optó por combinar su cabello al natural con ondas a la plancha. El resultado fue peculiar.
Mary de Dinamarca
Mary suele lucir, por regla general, peinados muy versátiles y sencillo, pero hubo una época en la que estos enormes sombreros, que le tapaban la cara, fueron su complemento favorito.
Pamela
Todos sabemos que los sombreros o diademas son la gran obsesión estilística de Máxima, pero este es demasiado.
Bucket hat, Máxima
Aunque, en su momento fue un auténtico error, ahora mismo ese 'bucket hat' con estampado es pura tendencia.
Moño alto
Hubo una época en las que todas las royals llevaban los moños muy altos y con muuucho volumen. En esta ocasión, Rania dió un paso más y se decantó por rizar cada mechón para darle más volumen.
Victoria de Suecia
Muy sencillo el peinado de Victoria de Suecia, tan simple que lo solemos llevar todas en casa con una pinza. Nos gusta, pero no lo llevaríamos a un cita importante.
Máxima de Holanda
Cuando el viento y las mechas te acaban jugando una mala pasada. (Abril 2020)
