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10 endulzantes naturales para sustituir el azúcar refinado

No es un secreto: el azúcar refinado causa adicción, tanta como la cocaína y el tabaco, y además su abuso tiene nefastas consecuencias sobre la salud.

La OMS ya alertó hace un tiempo del preocupante consumo de azúcar entre la población y el colectivo Action on Sugar, que engloba a especialistas en la materia y que no acepta dinero de multinacionales de la alimentación, dio la voz de alarma. Además, se ha demostrado cómo productos que a priori no te esperas que tengan azúcar, la contienen. El pan, los yogures desnatados (¡sí, los supuestamente sanos yogures desnatados!), el maíz, el kétchup y los cereales de desayuno son algunos ejemplos de cómo nos cuelan el azúcar sin darnos cuenta.

Visto el panorama, ¿qué podemos hacer? En lamardesana te recomendamos consumir menos alimentos preparados, que siempre van a tener más papeletas de tener azúcar a cubos, dejar la bollería industrial (o, al menos, reservarla para ocasiones especiales) y elegir endulzantes naturales dentro de lo posible.

Un último consejo es que no te vuelvas loca con el tema, sustituir el azúcar blanco por versiones naturales ya es un gran paso. ¡Enhorabuena!

Katherine Bassford, en su libro "Dile adiós al azúcar", editorial Zenith , propone una serie de instrucciones, consejos y recetas que ayudan a dejar a un lado el azúcar y en su lugar, impulsan a comer de manera sana y natural.

Por ello nos alerta del azúcar escondida en muchos alimentos y, como recoge en su libro "Dile adiós al azúcar": "El azúcar está presente en tantos productos de supermercado que hay una manera muy sencilla de reducir la cantidad de azúcar en la dieta: evitar consumir toda la comida procesada. Claro que sencillo no significa fácil. Al menos, elimina los peores productos y prohíbeles la entrada en tu carrito de la compra. Una vez que te acostumbres a hacerlo, solo tardarás unos segundos en leer las etiquetas de los envases y recuperarás la sensación de control (o casi)".

Y, por ello remarca la importancia de leer las etiquetas de los envases. "Si coges una lata o un paquete de un producto de alimentación y lees los azúcares que aparecen en la etiqueta, en los ingredientes, te darás cuenta de que nuestro plan perfecto es ligeramente imperfecto. La ley no obliga a los fabricantes de comida a especificar el tipo de azúcar que contienen sus productos. Así, lo único que podemos usar como guía es la cifra que aparece bajo «hidratos de carbono (de los cuales, azúcares)». Esto significa que cuando una etiqueta dice « azúcares», se puede estar refiriendo a cualquier tipo de azúcar: desde los que se incluyen de forma natural (en la leche y en la fruta) a todos los añadidos. Queda clarísimo, ¿verdad? Por eso, quizá sea buena idea pasar al plan B y estudiar las listas de ingredientes en busca de villanos ocultos (en un momento profundizaré en esta cuestión).
Para que un producto se considere bajo en azúcar, ha de contener menos de cinco gramos de azúcar por cada cien gramos. Si contiene más de quince gramos por cada cien, se considera que es alto en azúcar", recoge entre las páginas de su libro "Dile adiós al azúcar", editorial Zenith.

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