Tu fisonomía marcará tu forma de andar, pero puedes reeducar tu postura para caminar –por la vida- erguida. Te ayudamos.
No sólo es una cuestión física, caminar erguida también modificará tu actitud hacia la vida y tu estado de ánimo. Los osteópatas nos informan que una correcta postura al andar favorece la circulación sanguínea y nerviosa, evita infecciones urinarias, mejora el tránsito intestinal y reduce las molestias menstruales. Los psicólogos también apuntan que tu postura delata tu estado de ánimo: las personas que caminan rectas son más optimistas y menos obstinadas.
¿Estás dispuesta a cambiar tu vida? Comienza a reeducar tu postura:
1.- La pelvis debe ir proyectada hacia delante. Así el psoas –el músculo de la parte baja abdominal- no reducirá nuestra altura y no forzarás la zona lumbar.
2.- La cabeza erguida. Sí, la imagen de las modelos caminando con un libro en la cabeza te ayudará. Debes visualizar que tus orejas quedan en paralelo a tus hombros.
3.- Tu espalda es una cometa. Los escalenos y trapecios son como una pequeña cometa situada entre la nuca y la zona de los riñones. Lleva siempre erguida esa cometa y no doblada hacia delante.
Prendas que te ayudarán:
Los tacones pueden ayudarte a mejorar tu postura ya que debes caminar erguida y derecha para poder lograr estabilidad. Eso sí, no vale cualquier tacón: el zapato debe ser de la talla adecuada (que quepa un pulgar entre el dedo más largo y la punta del zapato), la punta debe ser redondeada para no presionar los dedos y el tacón no debe superar nunca los 7 centímetros de alto. La altura ideal es de 2 a 5 cm.Existe ropa interior que corrige tu postura, como las camisetas de Corporewear o las de Reebok EasyTone. También la marca Lumofit ha creado unos pequeños sensores que te colocas en tu ropa interior y vibran cuando tu postura no es la correcta.