Con la llegada de los días largos y las temperaturas en ascenso, mis preferencias olfativas cambian. Los perfumes intensos, que adoro en otoño e invierno, me resultan demasiado pesados bajo el sol estival. En su lugar, prefiero fórmulas más ligeras, como las brumas o los geles de ducha perfumados. El frescor que aportan me resulta mucho más llevadero y agradable durante el día. De hecho, reservo mis fragancias más sofisticadas para las noches, mientras que durante la jornada me decanto por estas opciones más sutiles. Los aromas muy oscuros, como el oud o el tabaco, me producen fatiga olfativa cuando hace calor. Aunque nunca he sido especialmente fanática de probar geles de ducha, desde que uno de Río de Janeiro entró en mi rutina, todo ha cambiado.
Mi descubrimiento ha sido todo un hallazgo: un gel que limpia la piel con suavidad, la deja confortable y, además, perfuma de manera sorprendente, logrando que la fragancia perdure un buen rato tras la ducha. No exagero al decir que he recibido más de un cumplido por este aroma, que muchas confunden con un perfume de toda la vida. ¿Lo mejor de todo? Su uso diario no satura ni cansa los sentidos y se puede lograr una esencia aún más duradera si se combina con una bruma de la misma familia.
Un gel de ducha que huele tan bien como uno de mis perfumes favoritos
Beija Flor, un aroma inspirado en Cheirosa '68
Entre las firmas que se han convertido en imprescindibles en mi ritual de cuidado corporal, Sol de Janeiro ocupa un lugar destacado. Me encantan sus brumas, cremas, geles y desodorantes. Permiten disfrutar de una fragancia inteensa y aromática sin recurrir siempre al perfume. Para mí, es una alternativa perfecta para las jornadas calurosas en las que busco ligereza y confort. Mi último flechazo ha sido Beija Flor, cuyo aroma está inspirado en la bruma Cheirosa '68. Una combinación deliciosa con notas de salida de pitahaya y lichi, corazón de jazmín, notas marinas e hibisco, y un fondo sensual de vainilla y almizcle. El resultado es una fragancia fresca y aromática que aporta una sensación de bienestar instantánea.

Además, la textura cremosa de este gel convierte cada ducha en un pequeño ritual sensorial, ya que el aroma se extiende por todo el año. Y sí, su olor se mantiene lo suficiente en la piel como para que varias personas me hayan preguntado qué perfume llevaba. Eso sí, esto ha ocurrido cuando he usado el combo formado por gel de ducha más bruma, ya que la fragancia se asienta mucho mejor. Este gel, disponible en un formato de 385 ml, está a la venta en Sephora por 25 euros.
Otros geles de ducha que me han conquistado por su perfume
Coriander Seed Body Cleanser de Aesop

Coriander Seed Body Cleanser se trata de un gel corporal refrescante, apto tanto para la ducha como para el baño. Su aroma especiado es todo menos previsible, y convierte el momento de la ducha en un auténtico momento de placer olfativo. Entre sus ingredientes, destacan aceites esenciales de semillas de cilantro trituradas y granos de pimienta negra, que aportan calidez y vigor. Además, la fórmula incorpora sal marina como agente limpiador, aceite de semillas de cilantro con propiedades antimicrobianas y calmantes, y aceite de fruto de pimienta negra, también antimicrobiano y antiséptico. Está disponible en Abanuc por 45 euros.
Gel De Ducha Irrésistible de Givenchy

Con una composición floral, amaderada y almizclada, este gel con textura aceite consigue transformar la ducha diaria en un verdadero gesto de lujo. Su pirámide olfativa es impecable: acorde de pera y absoluto de hibisco de Ecuador y Perú en la salida, corazón de rosa esencial de Turquía y manteca de lirio de Marruecos y China, y un fondo elegante con esencia de madera de cedro de Virginia y madera rubia. Está disponible por 58 euros.