Este verano me espera una boda en Huelva y todo apunta a que el calor no va a dar tregua. Aunque la ceremonia será de tarde, los 30 grados están prácticamente asegurados y, como buena amante del universo olfativo, ya tengo todos los detalles preparados. Un vestido verde pistacho precioso, sandalias de tacón bajo para aguantar toa la noche y, por supuesto, un perfume a la altura de la ocasión.
Para mí, el perfume es el accesorio invisible que corona todo estilismo de invitada. En esta ocasión quiero defender una fragancia fresca y aromática, que no se derrita con el calor y que tenga la presencia justa para dejar huella sin empalagar. Quiero algo elegante, con carácter, pero que también respire verano, ligereza y sofisticación.
El perfume que llevaré en mi próxima boda y que me asegurará varios cumplidos
Pirates 2.0 de Byron Parfums, una brisa floral fresca con una base que asegura una amplia duración
Hay perfumes que impresionan al instante y Pirates 2.0 de Byron Parfums es uno de ellos. Desde la primera pulverización, se nota ese golpe chispeante de pera jugosa, bergamota cítrica y un toque de lirio de los valles que aporta luminosidad. En mi piel, esta fragancia se transforma poco a poco, revelando un corazón floral potente pero equilibrado. La combinación de ylang-ylang, jazmín e incluso un punto cremoso de nardo da ese aire sofisticado y veraniego que busco en eventos como este. Es un perfume floral que no pesa ni ahoga a todo el personal.
Lo más sorprendente llega con el fondo: una mezcla de almizcle blanco, cedro, ámbar gris y patchouli que fija la fragancia durante horas. Aunque es fresco en su salida, tiene una estela elegante y persistente que se queda en la piel hasta que nos vamos a dormir. Es, sin lugar a dudas, una de esas fragancias frescas, únicas, alegres y que duran todo el día.
Además, tengo una miniatura de Pirates 2.0 que se ha convertido en mi truco de experta para viajar con varias fragancias en un neceser pequeño: un perfume cítrico, fresco y especiado en formato viaje que cabe en cualquier maleta de mano. El frasco de 75 ml tiene un precio de 210 euros, pero la inversión merece la pena si quieres un perfume elegante, veraniego y diferente a todos los demás. En resumen, la invitada de verano ideal lleva este perfume elegante y fresco que eleva cualquier look de fiesta.
Otros perfumes que tengo en la recámara para esa cita
Bo-Bo de Carner Barcelona
Aunque mi apuesta principal ya está clara, tengo otras joyas preparadas por si cambio de idea a última hora. Bo-Bo de Carner Barcelona es uno de ellos, un perfume que parece embotellar la alegría de un atardecer mediterráneo. Su salida, con bergamota italiana, mandarina y grosella negra, es absolutamente radiante. El corazón floral combina flor de naranjo africana, lirio de los valles y jazmín indio. La base es suave, con ámbar blanco, almizcle y un punto verde del vetiver que equilibra la dulzura. El frasco de 30 ml cuesta 70 euros. Bo-Bo encabeza mi lista personal de los mejores perfumes para ir de boda.
