Empieza la cuenta atrás para el verano, y con ella, todo se transforma: los días son más largos, la luz se cuela hasta tarde en casa y el cuerpo pide menos abrigo y más libertad. También el tocador se aligera, y en mi caso, los perfumes intensos y oscuros que acompañaron el invierno se van quedando atrás, como una bufanda colocada en el fondo del armario. El verano se huele antes de llegar, y yo ya estoy en modo fragancias cítricas y frescas que despiertan, animan y refrescan desde la primera nota.
A las amantes de la perfumería, os cuento que este año me han conquistado composiciones únicas que saben a sol, a mar y a fruta madura. Me apetece oler a vacaciones (aunque aún no disfruto de ellas), y por eso he elegido perfumes que evocan terrazas frente al mar, paseos al atardecer y la piel bronceada. En resumen, perfumes frescos y seductores para disfrutar de un largo y cálido verano, con notas cítricas, marinas, tropicales, florales o incluso dulces con un giro de lo más interesante.
Los perfumes que ocupan mi top 5 ahora mismo
Buongiorno de Acqua di Parma
Este perfume es un rayo de sol embotellado. Desde que lo probé, se ha vuelto mi comodín diario cuando quiero oler a energía y buen humor. Tiene ese frescor sofisticado que las españolas elegantes adoran, con una mezcla aromática y verde que recuerda a un jardín mediterráneo bañado por el sol. El limón, la menta y el romero se combinan con lavandín y un fondo amaderado, suave pero duradero. Me gusta usarlo por las mañanas, antes de salir, incluso si el plan es solo teletrabajar: me cambia el ánimo al instante. Cuesta 152 euros y vale cada gota si buscas algo refrescante pero con carácter.
Maldives Ylang Coco | 20 de Kayali
Este perfume es puro verano embotellado. Una delicia tropical y sensual, con ese toque de banana madura que puede parecer arriesgado, pero que se funde con el ylang-ylang y la leche de coco en una combinación irresistible. Es uno de esos perfumes que huelen a fruta con los que recibir mil halagos este verano. La salida de limón y romero lo hace chispeante, y luego se vuelve cremoso, envolvente y adictivo. Me lo pongo para las tardes de terraza o para una cita informal con amigas. Cuesta 110 euros en Sephora y me transporta directamente a una playa de arena blanca, sin escalas.
Kurky de Maison Francis Kurkdjian
Esta novedad del maestro Francis Kurkdjian es juguetona, adictiva y sorprendente. Desde el primer segundo, el aroma a frambuesa y melocotón da ganas de sonreír, pero lo mejor viene después: tiene un corazón de caramelos afrutados que lo hacen una fantasía moderna, atrevida y veraniega. No es un perfume para pasar desapercibida, sino para brillar. Me gusta llevarlo al atardecer, cuando empieza el plan más divertido del día. La vainilla y el almizcle blanco del fondo lo hacen durar horas y horas. Cuesta 185 euros en Isolée y lo considero la mejor fragancia para una noche inolvidable.
Marinis de Santa Eulalia
Aquí va mi flechazo marino. Marinis me recuerda a ese momento mágico en el que el agua salada se seca en la piel al sol, dejando solo calma y sensualidad. Si no te gustan los perfumes limpios clásicos, pero buscas una colonia ligera para el verano, toma nota de esta fragancia elegante, discreta y versátil. Con notas cítricas, florales y amaderadas, tiene un equilibrio perfecto que lo convierte en mi perfume comodín cuando no sé qué ponerme. Lo uso sobre todo en días calurosos y en ambientes cerrados porque nunca resulta invasivo. Cuesta 180 euros y es pura sofisticación veraniega.
Encore Une Fois de Infiniment Coty Paris
Este perfume es un lujo sensorial. Cremoso, cálido y dulce sin empalagar, se construye sobre un dúo de vainilla espectacular, madera de cedro y bálsamo de Perú. Es un perfume que no grita verano, pero que presume de un acento adictivo y muy potente. Me gusta llevarlo por la noche, cuando refresca, porque en contacto con la piel se transforma y proyecta de manera elegante. Cuesta 230 euros y es mi elección cuando quiero sentirme especial, pero sin demasiado artificio.
