Puede ser en Cádiz, Grecia o la Polinesia Francesa, los atardeceres tienen algo tan especial que es habitual comprobar cómo, ante la desaparición del sol en el mar, todo el mundo se une en un mismo gesto: capturar esa imagen para siempre. Algunos, lo hacen en la memoria. Otros, en la galería de fotos de su móvil. Seas de un equipo u de otro lo sabes, no hay nada más mágico que revivir este instante una y otra vez. Y sí, se puede hacer también a través de un perfume.
Más allá del amanecer, la golden hur (hora dorada en castellano) es un concepto que ha ganado gran popularidad en los últimos años. En pocas palabras, se trata del período justo después del amanecer o antes del atardecer, cuando la luz es más cálida y suave. Eso sí, en líneas generales, nos solemos imaginar una estampa de última hora de la tarde que se transforma una fragancia tropical, afrutada, jugosa, algo así como un dulce cocktail. En algunos casos, nos cruzamos con matices más luminosos o más oscuros. Por supuesto, todas las interpretaciones son válidas, pero la que ha hecho Özge Erdoğmuş Altınel para The Gate es una de las más especiales que nos hemos cruzado jamás.
Un perfume que encapsula la magia de los instantes antes del atardecer
Al igual que ocurre con el amor en la literatura, el atardecer es el hilo conductor de numerosas fragancias. En su caso, Erdoğmuş Altınel ha colocado el mango en el centro de la ecuación, pero no se trata de un mango cualquiera. Golden Hour, así se llama el perfume en cuestión, apuesta por mango que huye de lo dulce y azucarado para sumarse a un matiz cálido, cremoso y un tanto lactónico.
Golden Hour de The Gate, un mango fuera de lo común
Con una salida de mango, coco, frutas exóticas, limón (lima ácida), bergamota y bayas silvestres, las frutas dominan los primeros instantes. Desde el punto exótico del mango hasta el toque lactónico del coco o el enfoque cítrico de la bergamota, Golden Hour abre paso con fuerza. Con el paso del tiempo, el corazón de cedro, sándalo, jazmín y peonía añade el matiz floral y amaderado al conjunto, para aportarle lo justo de calidez y profundidad. Finalmente, ámbar, almizcle blanco, vainilla y musgo piden paso para sumar una dosis de dulzor y fijación al perfume.

Este perfume tiene un precio de 205 euros por 100 ml. Un coste medio-bajo si hablamos de perfumería nicho. Es uno de esos perfumes más frescos y seductores para disfrutar de un largo y cálido verano al mismo tiempo que marcamos la diferencia, ya que no se trata de una fragancia mainstream.
Otros perfumes que giran alrededor del mango
Trocadéro de Maison Héritage

Chabacano y mango se cruza en Trocadéro de Maison Héritage (79 euros). El chabacano, también conocido como albaricoque, huele de forma afrutada, dulce y aterciopelada, con notas que a menudo recuerdan al melocotón y, en algunas versiones, incluso al mango. Por este motivo, este perfume de Maison Héritage es una doble carta de amor al mango.