Hay una revolución silenciosa en marcha en el universo de las fragancias estivales. Se aleja de las fórmulas dulzonas o empolvadas y abraza nuevos caminos olfativos. Esta temporada, el foco está en las combinaciones inesperadas: verdes intensos con flores blancas crujientes, cítricos que no empalagan, acordes vegetales. El perfume de verano perfecto para el día es ligero, brillante y con carácter.
En este contexto refrescante, algunas casas de autor, menos conocidas por el gran público, están haciendo verdaderas maravillas. Frascos únicos, fórmulas pensadas para seducir sin abrumar, y una capacidad de quedarse en la piel con elegancia y discreción durante horas. Porque los perfumes florales nada típicos que merece la pena probar no suelen encontrarse en los best-sellers de siempre. Hablamos de perfumes frescos de verano que una editora de belleza tiene fichados, pero que no todas se atreven a llevar (a no ser que sean verdaderas fragrance lovers).
Nuevos perfumes frescos y verdes para oler bien sin abrumar
Folie d’Aix 1924 de Godet

Sonia Godet firma una de las propuestas más sofisticadas de la temporada con Folie d’Aix 1924, un perfume que huele a Provenza sin caer en clichés. Su apertura es casi terapéutica: un estallido verde de césped recién cortado, ralladura de limón y romero que recuerda al frescor de una brisa matinal en el campo. El corazón floral, sin embargo, huye de lo típico. Aquí el jazmín se cruza con el pino y la glicina, aportando una profundidad vegetal y aireada que se siente moderna, inesperada y deliciosamente compleja. Lo que la hace especial es su base: madera de cedro y olivo que no pesa, pero sí sostiene. Una estructura olfativa casi arquitectónica que deja una estela fresca, elegante y natural. Además, tiene un toque vintage sin ser nostálgica, como un guiño a otra época con los códigos de hoy. El precio es de 165 euros.
Muguet de Nicolai Parfumeur Createur

Más luminosa y floral que la anterior, Muguet de Nicolai Parfumeur Createur es la oda definitiva al lirio del valle, pero llevado a otro nivel. La salida verde y chispeante, con notas de bergamota, brotes de rosa y un toque de romero, marca el tono: fresco, elegante y limpio. Enseguida llega el corazón floral, donde el lirio del valle se mezcla con jazmín sambac y una rosa más suave, casi empolvada. Su fondo de almizcle blanco y musgo de roble aporta una profundidad seca y sensual que equilibra el conjunto. En realidad, es uno de esos perfumes cítricos y frescos que huelen a limpio sin resultar planos o anodinos. El precio es de 57 euros.