El auge de los perfumes gourmand parece imparable. Este tipo de perfumes, inspirados en notas comestibles como vainilla, chocolate o caramelo, son algo parecido a postres olfativos. Saltaron a la fama en 1992 con Angel de Thierry Mugler, que unía la salida de ciruela, chabacano y durazno (melocotón) con notas de fondo tan potentes como chocolate, caramelo y vainilla. Esta tendencia olfativa en clave "foodie" sigue expandiendo su poder, explorando aromas inesperados que generan polarización de opiniones: o los amas o los odias. Pese a que la vainilla (casi) siempre está presente en los perfumes gourmand, hay opciones que se escapan de esta norma, pero que mantienen el deseo de "ser comidas". En el caso de hoy, hablamos de un nuevo perfume firmado por una casa con gran historia que lo tiene todo para convertirse en un must este 2025.
El nuevo perfume de Guerlain transforma el melocotón en cuero
Una breve historia de Guerlain
Desde 1828, Guerlain combina alta perfumería y cosmética dentro de su extenso catálogo. Con casi dos siglos de historia, esta maison parisina destaca por su capacidad de innovación, fruto de cinco generaciones de visionarios que han redefinido los sentidos y el sentido de la estética en cada momento. La firma ha creado perfumes icónicos como Shalimar (1925), un clásico oriental que combina vainilla, bergamota y opoponax; Mitsouko (1919), una fragancia chipre-frutal con notas de durazno, bergamota y especias; Jicky (1889), uno de los primeros perfumes modernos, mezcla de lavanda, vainilla y notas cítricas; La Petite Robe Noire (2012), con notas de cereza, almendra y té negro y L'Heure Bleue (1992), con notas de anís, iris y vainilla, evocando la magia del crepúsculo. A este listado de mitos olfativos, sumamos Pêche Mirage, un perfume que Guerlain describe como "extremadamente delicioso".
Origen de Pêche Mirage
Pêche Mirage es uno de los perfumes que inauguraba el año por todo lo alto. Esta fragancia está en las obras del artista plástico Charles Pétillon, que a menudo emplea globos en su creación artística. Como ya hemos comentado, Jacques Guerlain reinventó el melocotón en 1919 con Mitsouko. Hoy, la perfumista Delphine Jelk homenajea su esencia con este nuevo aroma, que genera una "inesperada tensión entre las adictivas notas golosas y la profundidad de las notas curtidas". Sin lugar a dudas, con esta descripción, estamos ante una fragancia que merece la pena probar en piel, con el fin de comprobar cómo se desarrolla en nuestro propio cuerpo. Además, pese a ser una fragancia golosa, no es el típico perfume con color a vainilla.

De qué notas presume este perfume
En concreto, c cuenta con una salida de durazno (melocotón), grosellas negras y azafrán, un corazón de osmanto (olivo oloroso) y un fondo de ámbar, cuero y sándalo. Para facilitar la compresión del baile de notas, Guerlain afirma que se trata de un aroma que convierte el melocotón en cuero. Puede resultar complejo encontrar la influencia de la obra de Pétillon en la fórmula del perfume, pero su presencia es evidente en el packaging. Las míticas esferas blancas del francés cubren el estuche con un fondo azul celeste, como si se trata de un cielo nubloso. Una placa de cerámica blanca decora la parte superior del tapón, un detalle distintivo y delicado al mismo tiempo.
Precio y puntos de venta de Pêche Mirage
Como ocurre con todas las fragancias, el precio de Pêche Mirage varía en función de la plataforma de compra y del tamaño del frasco. En la web de la maison francesa, los 100 ml tienen un precio de 330 euros. Con la dulzura del melocotón y la elegancia del cuero, este perfume lo tiene todo para ser un aroma de transición perfecto entre el invierno y la primera, ese complejo instante en el que nos apetece defender fragancias más frutales, pero con un punto oscuro.
Otros perfumes en los que destaca la presencia de melocotón

La flor de azahar tunecina brilla con frescura luminosa en Beauté de Reine de Saba, evolucionando hacia un néctar floral con jazmín, rosa y ylang. Notas de sándalo y ámbar aportan un toque oriental, sensual y delicadamente almizclado. Precio: 275 euros por 100 ml.

White Cream de Toni Cabal es pura fantasía isleña: bergamota italiana y ciruela al amanecer, corazón de rosa turca, melocotón y crema de coco, con un fondo cálido de vainilla, benjuí y almizcle blanco. Precio: 175 euros por 100 ml.