
¿Aísla Doña Letizia a la princesa Leonor y la Infanta Sofía? Así es la estricta educación de las niñas
Las niñas más observadas de nuestro país se ciñen a una educación cuidadosamente milimetrada. La posible futura reina y su hermana siguen el protocolo real al pie de la letra (pero no solo).
Su rostro angelical nos recuerda que pese a tener 13 y 11 años respectivamente, aún son niñas. Su rol y responsabilidad natural no les permiten, aun así, disfrutar de una infancia convencional. Entre compromisos y obligaciones, la princesa Leonor y la infanta Sofía evolucionan en un mundo extremadamente cuidado, calibrado y controlado, que apenas nos deja vislumbrar una debilidad. En este sentido, su educación es el reflejo de una preocupación y de un compromiso evidente por parte de sus padres: el convertirlas en mujeres fuertes, dignas, sin ninguna fragilidad de cara al exterior. Y hasta ahora, la labor del rey Felipe VI (que cada día está más guapo) y sobre todo de la reina Letizia parece cumplirse a la perfección. Incluso en la elección de vestuario (en este artículo desgranamos por qué, la princesa Leonor, no es una niña como las demás) podemos ver el férreo control que ejerce Doña Letizia en todos los ámbitos de la vida de sus hijas.
Su formación física como intelectual es exigente. Estudiantes en un colegio privado de prestigio, cuentan con un nivel de inglés bilingüe (gracias a sus clases, a su niñera pero también a los campamentos de verano donde pueden relacionarse con niños que solo hablan este idioma) y practican deporte, siempre siguiendo una lógica de desarrollo personal y también profesional. Ni la alimentación, ni la consulta de páginas web, ni sus propios looks son elecciones suyas. De ahí el planteamiento de preguntas como por qué se siguen vistiendo como si tuvieran seis años. Su imagen sigue una lógica de control absoluto.
Las pequeñas apenas empiezan a rozar la adolescencia. Las dificultades naturales ligadas a esta edad, período de transición entre la infancia más inocente a la adulta más cruda, suele generar desacuerdos internos y más al tener que asumir responsabilidades tan importantes.
¿Seguirán de forma tan estricta las normas impuestas hasta ahora? Todo apunta a que no cambiará un ápice la preparación de las pequeñas monarcas. Estas son las normas que tienen que seguir al pie de la letra. Y las malas lenguas afirman, que Letizia con estas decisiones no hace otra cosa aislar del mundo real a las pequeñas...
¿Qué opinas?

Los cursos de vela veraniegos son una tradición de la familia real desde hace décadas. Pero por decisión de la reina Letizia, ninguna de las niñas acude a ellas para evitar una exposición excesiva.

La Reina interviene de forma muy clara en la alimentación diaria de sus hijas. Pidió explícitamente al colegio Santa María de los Rosales donde estudian las niñas que se eliminaran de los menús las grasas para sustituirlas por lentejas, pollo asado y por supuesto verduras y fruta.

Las niñas no tienen acceso de lunes a viernes ni a la televisión ni a Internet. Pueden los fines de semana bajo la supervisión de la reina Letizia.

Los aparatos electrónicos en general son limitados. Las niñas no tienen móvil ni tableta, aunque sí pueden realizar juegos didácticos los fines de semana.

La princesa Leonor y la infanta Sofía se acuestan a una hora fija: las 21h. Salvo evento excepcional, nunca se pasan.

Las niñas hablan desde su temprana edad un inglés perfecto. ¿La razón? Tienen una nanny que no les habla en otro idioma.

Contrariamente a otros niños de su edad, la princesa e infanta no suelen celebrar por todo lo alto su cumpleaños. Su celebración es íntima y comedida.

La reina en este sentido es muy estricta: no se pueden hacer fotos de sus hijas sin consentimiento. Y además, por lo que pueda pasar, ha prohibido el uso de teléfonos móviles en el colegio de las niñas.

Otro de los aspectos por los que se habla de aislamiento es por la 'mala' relación que supuestamente mantienen las dos reinas. Y es que, aunque la reina Sofía es nuestra favorita y lo diremos siempre, no ve mucho a las niñas y Doña Letizia, hace por que las vea lo mínimo. Al menos, eso es lo que dicen las malas lenguas.