La llegada de la navidad fue la mejor excusa para el regreso de Raphael a los escenarios. Y lo hizo a lo grande. Unas 5.000 personas se dieron cita en el Wizink Center de Madrid para asistir a uno de los conciertos más esperados… y con más polémica. Y es que, a pesar de que desde la organización se aseguraban las mejores medidas para poder realizar el concierto, las redes estallaron ante la multitud congregada. Eso sí, el cantante tenía entre el público a su mejor fan y su mejor defensora: su ex nuera, Toni Acosta.
La actriz fue una de las asistentes al evento y, de manera improvisada, se convirtió en la defensora número uno de Raphael. A través de sus redes sociales, Toni quiso mostrar el éxito de la actuación: “Os hago cómplices de la noche de ayer. Sé que hay muchas personas a las que les habría gustado viajar para verle cantar como cada año y este año, lamentablemente, no es como cada año. Anoche Raphael estuvo INMENSO, poderoso, íntimo, pequeño, vulnerable, grande otra vez, pero siempre ÉL”

Tal vez lo que Acosta no se imaginaba es que rápidamente, su publicación se iba a llenar de críticas y comentarios negativos ante la celebración de este evento multitudinario. Muchos fueron los que cuestionaron la congregación de 5.000 personas para un concierto, cuando las medidas sanitarias en la Comunidad de Madrid impiden juntarse a más de 6 personas para las celebraciones de navidad.
De entre todos los comentarios, Toni decidió contestar de manera directa y a también a través de sus redes sociales a una compañera de profesión, Anabel Alonso, quien señalaba: “Si invito a Raphael en Navidad, podemos juntarnos hasta 5000 ¿no?” Ante esto, la actriz salió en defensa y contestó: “Querida Anabel Alonso, si tu casa mide lo mismo que el Wizink Center y tomas las mismas medidas de seguridad que en el concierto, guárdame tres sitios por favor, que vamos mis hijos y yo. Gracias por tu generosidad. Feliz Navidad.”

Por si no era suficiente con su respuesta, Toni quiso compartir una vista aérea del lugar del concierto, para mostrar las medidas… y bromear con la publicación de Anabel.