El pasado 17 de marzo, se entrenó en todos los cines la adaptación del cuento 'La Bella y La Bestia' ha alcanzado una cifra espectacular como 15 millones de euros, convirtiéndose en el mejor estreno del año (de momento). ¿Las razones de su éxito?
La princesa que no sueña ser princesa
Bella es de las pocas princesas Disney que no tiene sangre azul; es decir, sólo es una simple campesina. Una joven soñadora y cosmopolita que se siente incomprendida en el pueblo francés que vive, adelantada a su tiempo (siglo XVII), su único placer es descubrir al mundo las fantásticas palabras de los libros. Además en esta versión de carne y hueso a Bella no le incomoda destrozar su precioso vestido amarillo para luchar.
La belleza está en el interior (de los libros).
La historia de este cuento trata sobre mirar más allá de los ojos y no quedarse en lo superficial. La Bella y la Bestia mantienen su punto de unión a partir de unos versos de Shakespeare que los dos conocen a la perfección. El amor es un sentimiento no una imagen.
¡El remake es fantástico!
La película de Bill Condon, de 1991, es exactamente (casi) igual a la de Disney. Las escenas están tan bien recreadas que no te decepcionará lo más mínimo; incluso, parte de los diálogos son idénticos a la original. Además, el film contiene un prólogo y algunos detalles que añaden a la historia más personalidad. Aviso: no damos más detalles para no hacer spoiler (De nada).
No podrás parar de cantar
Las voces de Emma Watson, Dan Stevens y Luke Evans te sorprenderán gratamente porque son bonitas y potentes. Volverás a escuchar a Ewan Mcgregor cantar (tan bien como en Mouling Rouge) con acento francés.
Disney (¡por fin!) tiene un personaje abiertamente homosexual
Lefou, el secuaz de Gastón, está enamorado de él. En la película no tiene ningún problema en ocultarlo, llegando por primera vez al cine para niños el tema de la homosexualidad. De hecho, el director también ha confirmado la orientación sexual del personaje. Por esta, razón La Bella y la Bestia ha sido censurada en países como Malasia y Rusia
La princesa que no sueña ser princesa
La princesa que no sueña ser princesa
Bella es de las pocas princesas Disney que no tiene sangre azul; es decir, sólo es una simple campesina. Una joven soñadora y cosmopolita que se siente incomprendida en el pueblo francés que vive, adelantada a su tiempo (siglo XVII), su único placer es descubrir al mundo las fantásticas palabras de los libros. Además en esta versión de carne y hueso a Bella no le incomoda destrozar su precioso vestido amarillo para luchar.
La belleza está en el interior (de los libros).
La historia de este cuento trata sobre mirar más allá de los ojos y no quedarse en lo superficial. La Bella y la Bestia mantienen su punto de unión a partir de unos versos de Shakespeare que los dos conocen a la perfección. El amor es un sentimiento no una imagen.
¡El remake es fantástico!
La película de Bill Condon, de 1991, es exactamente (casi) igual a la de Disney. Las escenas están tan bien recreadas que no te decepcionará lo más mínimo; incluso, parte de los diálogos son idénticos a la original. Además, el film contiene un prólogo y algunos detalles que añaden a la historia más personalidad. Aviso: no damos más detalles para no hacer spoiler (De nada).
No podrás parar de cantar
Las voces de Emma Watson, Dan Stevens y Luke Evans te sorprenderán gratamente porque son bonitas y potentes. Volverás a escuchar a Ewan Mcgregor cantar (tan bien como en Mouling Rouge) con acento francés.
Disney (¡por fin!) tiene un personaje abiertamente homosexual
Lefou, el secuaz de Gastón, está enamorado de él. En la película no tiene ningún problema en ocultarlo, llegando por primera vez al cine para niños el tema de la homosexualidad. De hecho, el director también ha confirmado la orientación sexual del personaje. Por esta, razón La Bella y la Bestia ha sido censurada en países como Malasia y Rusia