Isabel de Baviera, más conocida como la emperatriz Sisi, se casó a los 16 años con el emperador de Austria, Francisco José I. Se había criado en su casa del campo y sin aspirar a ser emperatriz, en cambio, su hermana Elena de Baviera había sido educada para casarse con su primo, el emperador. Esto no sucedió, ya que en el viaje que hicieron para presentar a los futuros esposos, el emperador sintió un flechazo hacia Sissi, en ese momento, decidió cambiar su sino.
Cuando Francisco José I se casó con Sissi, desoyó los consejos de su madre y se guió por su corazón. Esto pasaría pocas veces más, pues la opinión de su madre tenía un gran impacto en sus decisiones. Fue la última emperatriz de Europa, al principio era una joven con un espíritu intrépido, que amaba el arte, la Cultura Clásica y la poesía, pero con 16 años se embarcó en un matrimonio marcado por las desdichas. Las conservadores cortes europeas la juzgaban, la tachaban de irresponsable y extravagante, pues no seguía los patrones habituales dentro de la nobleza.
Fue una emperatriz atormentada, que pese a la romantización de su figura por Hollywood y las series, vivió una vida llena de tristeza, donde el amor no fue tan idílico como cuentan en la ficción. Durante su vida perdió a dos de sus hijos, en primer lugar a la archiduquesa Sofía (1855), que perecería con tan solo dos años de edad debido al tifus y en segundo lugar, al heredero de su imperio, el archiduque Rodolfo, que falleció en circunstancias poco claras junto a su amante María Vetsera, todo apunta a que fue un suicidio, pero nunca estuvo del todo claro.

Esta tragedia marcó el declive del reinado, y con él, el de su soberano. La vida de Sissi también estuvo marcada por sus problemas alimenticios. Tras entrar en la corte empezó a vivir infeliz y atrapada. A los 25 años comenzó a obsesionarse con su físico y desarrolló numerosos problemas relacionados con la alimentación. Además, realizaba ejercicio de forma compulsiva para bajar de peso y controlaba estrictamente su alimentación. Su salud mental empeoró con los años estaba obsesionada con su físico hasta el punto de que al cumplir 30 no dejó que la fotografiaran más.
La emperatriz también sufrió depresiones que afrontaba con la ayuda de la cocaína, que en esa época se usaba como antidepresivo y como sedante.
Su vida acabó trágicamente, fue asesinada el 10 de septiembre de 1898, cuando el anarquista Luigi Lucheni, le atacó con un fino estilete, clavándoselo en el corazón y provocándole una hemorragia mortal. Sissi, estaba de viaje en Suiza y se dirigía a visitar en ferry el lago Lemán y como se negaba a seguir las normas de palacio, paseaba sola junto a su séquito, sin ninguna persona de la guardia real para protegerla. En ese momento, uno de los personajes más famosos de la historia falleció y su l