En unos de sus textos menos conocidos, pero quizá más inspiradores, la escritora J. K. Rowling, una de las personas más ricas del mundo gracias a la saga de Harry Potter, con más de 500 millones de ejemplares vendidos en todo el planeta, habla sobre cómo vivir bien la vida.
Se trata de un discurso que pronunció en una ceremonia de graduación de la Universidad de Harvard. En este, la autora británica no hizo un repaso de cómo había alcanzado el éxito, sino que glosó las bondades del fracaso como una parte esencial de la vida que permite explorar sus infinitas posibilidades.

«Así que si tuviera un giratiempo», dijo a los estudiantes, «le diría a mi yo de veintiún años que la felicidad radica en saber que la vida no es una lista de la que ir tachando tus adquisiciones y logros. La vida no son los títulos, ni el currículum, a pesar de que conoceréis a muchas personas de mi edad, y mayores que yo, que confunden esas dos cosas. La vida es difícil, es complicada, y nadie puede controlarla del todo, pero, si sois humildes y lo aceptáis, lograréis superar las vicisitudes».
En su emocionante discurso, que ha sido publicado por la editorial Salamandra en España (Vivir bien la vida), la británica no olvida la importancia de dos cosas para celebrar la vida: lo que nos decimos con nuestra voz interior y el contacto con los demás.
«Una de las muchas cosas que aprendí al final de aquel pasillo de Clásicas, por el que me aventuré a los dieciocho años en busca de algo que entonces no había sabido definir fue esto, escrito por el autor griego Plutarco: "Lo que logramos internamente cambiará nuestra realidad exterior". Es una afirmación sorprendente que, sin embargo, queda demostrada miles de veces, cada día de nuestra vida. Expresa, entre otras cosas, nuestra inevitable conexión con el mundo exterior, el hecho de que, solo por existir, influimos en la vida de otros», apuntaba.