¿Quién no querría ser más feliz? Según el Informe Mundial sobre la Felicidad 2022, algunas personas afortunadas son realmente más felices por naturaleza: “Entre el 30% y el 40% de las diferencias de felicidad entre las personas se deben a diferencias genéticas. Algunas personas nacen con un conjunto de variantes genéticas que les facilitan sentirse felices, mientras que otras son menos afortunadas”, explican desde el estudio.

Afortunadamente, hay cosas sencillas que todos podemos implementar en nuestra rutina para aumentar nuestro cociente de felicidad y que están respaldadas por la investigación científica. A continuación, te ofreceremos un listado de cinco actitudes y comportamientos que puedes llevar a cabo a diario habiéndonos basado en los consejos de el neurocientífico de la UCLA Alex Korb, bloguero de Psychology Today y autor de ‘Neurociencia para vencer la depresión: La espiral ascendente’; y Elisa Epel, catedrática y vicepresidenta del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de California en San Francisco, investigadora y cocreadora de The Big JOY Project. Eso sí, no dejes de lado otras rutinas que también avala la neurociencia y que tenemos más interiorizadas, como hacer deporte, comer saludable o descansar ocho horas diarias.
5 cosas que podemos implementar en nuestra rutina que respalda la neurociencia para ser más felices
1. Piensa en las cosas por las que estás agradecida
Hay muchas pruebas científicas que apoyan la idea de que estar agradecidos nos hace más felices. Como señala Korb, aumenta la dopamina, es decir, sentirse agradecido produce un subidón natural. Y no sólo eso, los sentimientos de gratitud aumentan los niveles de serotonina, que es lo que hacen los antidepresivos. Incluso puedes hacer una lista de cosas por las que te sientas agradecida y repasarla cada mañana.
2. Haz 5 actos de bondad diarios
“¿Puedes intentar hacer cinco actos amables por los demás”, pregunta Elisa Epel. Piensa en regalar a otra persona su propio mini momento de alegría. Envía a algún amigo un mensaje divertido, llama por teléfono a tu abuelo, dile a tus seres queridos lo mucho que les quieres, recoge basura que te encuentres por la calle o ayuda a un anciano a cruzar la calle o con la compra. No hacen falta grandes gestos

3. Siente la naturaleza
Independientemente de que vivas en ciudad o en zona rural, haz un esfuerzo por salir de casa todos los días para ponerte en contacto con la realidad y la naturaleza. Sal al exterior y deja que la luz natural, los sonidos, los olores y el entorno reduzcan tu estrés y te levanten el ánimo. “Observa las vistas o la vegetación urbana que te rodea abriendo todos tus sentidos y moviéndote de forma consciente”, aconseja Elisa Epel.
4. Saca el lado positivo de las cosas malas
Las cosas malas ocurren y seguirán ocurriendo. Reconoce el dolor, los inconvenientes y el enfado sin llegar a rozar el machaque ni la toxicidad. Pero luego, esfuérzate por “cambiar tu perspectiva encontrando el beneficio dentro de un problema cotidiano”, continúa sugiriendo Epel.

5. Toma decisiones y establécete metas
Según Korb, tomar una decisión, elegir un objetivo o establecer una intención tienen efectos positivos en el cerebro, disminuyen el estrés y la ansiedad y aumentan la capacidad de resolver problemas. Optar por hacer algo que realmente quieres hacer no sólo te hará más feliz. Las investigaciones demuestran que el mero hecho de haber elegido te hará disfrutar más de lo que elijas. En otras palabras, elige lo que te gusta y te gustará lo que elijas.