La cultura mexicana es una de las más ricas del mundo. El Día de la Independencia (15 de septiembre), el Día de los Reyes Magos (6 de enero) o el Carnaval de Veracruz (considerado el más alegre del mundo) son algunas de las citas más relevantes del calendario anual nacional, pero sin lugar a dudas, el Día de Muertos es la fecha que ha logrado traspasar todas las fronteras.


El Día de Muertos es una tradición que acontece el 1 y 2 de noviembre. Honrar la memoria de los muertos es el principal objetivo de esta conmemoración que enamora a medio mundo por su característica estética (y que planta cara al todopoderoso Halloween anglosajón). La aparición de las famosas Catrinas -originalmente llamadas Las Calaveras Garbanceras- y la magnífica decoración de los altares son dos de los principales iconos de esta fiesta que la Casa de México en España celebra año tras año y que sirve para acercarnos a la cultura mexicana sin la necesidad de sobrevolar un océano.

Este 2023, Marie Claire y Casa de México han unido sus fuerzas para festejar el Día de Muertos por todo lo alto. La cita, que tuvo lugar el 8 de noviembre a media tarde, inició su camino con la visita a un altar que rendía homenaje a 30 mujeres que han marcado un antes y un después en México y su proyección internacional. Con el Día de Muertos como telón de fondo y un claro mensaje feminista, el altar honraba a escritoras, actrices, políticas, artistas, activistas que han dejado su huella en el mundo. Entre los nombres propios más destacados aparecían los de Rosario Castellanos (escritora, periodista y diplomática mexicana), Pita Amor (escritora y poetisa), Chavela Vargas (cantante) o Dolores Olmedo (coleccionista de arte).

Tras conocer el altar, pudimos disfrutar de una indudable belleza de la cerámica de Talavera de Puebla, cuyo origen se remonta a mediados del siglo XVI. En este tipo de arte reina el azul y el blanco, así como brilla el uso de motivos florales y zoomorfos de inspiración "chinesca".
La siguiente parada del tour fue un altar dedicado a los familiares fallecidos de los trabajadores de Casa de México de España. Este altar, de carácter íntimo y privado, presentaba los típicos 7 niveles que representan los escalones necesarios para llegar al cielo. Los altares clásicos optan por el naranja como color predominante (tono de la flor del cempasúchil) y están decorados con elementos tradicionales como fotos, velas, agua, pan de muerto, flores de cempasúchil y calaveras de azúcar. Así honran los mexicanos a sus antepasados.

Como no podía ser de otra forma, la velada contó con una sesión de música en vivo. En este caso, los invitados con la ayuda del guía cantaron una canción popular mexicana. Después de la música, pudieron tomar asiento en una sala de cine. En cada sitio encontraron una bolsita con varios productos beauty, un ejemplar de la última edición de la revista Marie Claire y una agenda (estupenda para encarar el próximo año 2024).


Un limpiador facial de Kuka & Chic, un bálsamo labial, un colorete en crema y un kit para las cejas de The Body Shop fueron el obsequio para los invitados, pero aquí no acabaron las sorpresas. El restaurante mexicano Bakan sorteó tres cenas entre los invitados, al mismo tiempo que también se incluyó para todos una invitación para probar los platos típicos mexicanos. Para los amantes del dulce, la pastelería Mallorca ofreció un sabroso pan de muerto (un pan dulce mexicano típico del Día de Muertos que contiene harina de trigo, leche, huevo, levadura, azúcar, sal y mantequilla).

Como colofón, se reprodujo la película Coco, un film animado que sigue las aventuras de Miguel Rivera (un niño de 12 años) y su familia. Tras inscribirse en un concurso local de música que se celebrará en el Día de Muertos, un sinfín de sucesos fantásticos suceden en la vida de este niño. Como este artículo es spoilers free, no entraremos en más detalles (aunque seguramente la mayoría ya hayáis visto esta ficción), pero podemos confirmar que alguna que otra lágrima de emoción se vio caer en la sala de cine de la Casa de México de Madrid.