La autoestima, un tema recurrente en el ámbito de la psicología, ha sido explorada desde diversas corrientes, pero vale la pena desentrañar este complejo concepto de una manera distinta. A menudo, se nos presenta la autoestima como algo que se posee en términos de "alta" o "baja", como si fuera una línea recta. Sin embargo, este enfoque simplista pasa por alto la verdadera naturaleza dinámica y compleja de la autoestima.

La relación con uno mismo, lejos de ser estática, evoluciona a lo largo de la vida, especialmente durante la infancia, donde se empieza a moldear junto al autoconcepto y la autoimagen. Experiencias tempranas, como el abandono, las críticas destructivas o la falta de afecto, pueden dejar huellas significativas en nuestra percepción de nosotros mismos.
La autoestima abarca la totalidad de los sentimientos, opiniones, sensaciones y actitudes que acumulamos a lo largo de nuestra existencia. Su complejidad radica en la variabilidad de nuestras vivencias, que influyen en cómo nos percibimos a nosotros mismos en diferentes momentos.
Es crucial comprender que experimentar momentos de autocrítica o sentirnos mal con nosotros mismos es una parte normal de la relación que mantenemos con nosotros mismos. Esta relación, equiparable a las relaciones interpersonales, requiere consideración de múltiples factores para ser saludable.
En lugar de aspirar a una autoestima positiva constante, debemos reconocer que nuestras emociones fluctúan, aunque el sentimiento general respecto a algo que valoramos permanezca constante. Aquí es donde radica la importancia de abordar los denominados "problemas de autoestima", no cuando afectan puntualmente, sino cuando predominan, afectando nuestra capacidad de acción y generando sufrimiento.
Para desentrañar los misterios de la autoestima, es esencial abordar conceptos relacionados, tales como el autoconocimiento, la autovaloración, la autoaceptación, el autorespeto y la autoconfianza. Pero, ¿cómo podemos fortalecer nuestra autoestima en la práctica? A continuación os mostramos ejercicios prácticos para fortalecer la autoestima que propone la psicóloga y experta Paola Graziano.
Ejercicios prácticos para fortalecer tu autoestima:
1- Listado de Fortalezas:
- Recopila elogios que has recibido a lo largo de tu vida.
- Enumera las capacidades y fortalezas que crees poseer.
- Identifica situaciones que te hagan sentir orgulloso de ti mismo.
Reflexiona sobre estos elogios y fortalezas, cuestionándote cuánto realmente te crees cada elogio. ¿Qué cambiaría en tu actitud si los aceptaras completamente?
2-El Sorteo de Autoregalos:
- Elabora una lista de pequeñas actividades que fomenten el autocuidado y el bienestar diario.
- Realiza un sorteo diario de estas actividades, dedicándote el "premio" correspondiente.
- Este ejercicio promueve el autocuidado y el autorrespeto, recordándote la importancia de mimarte a ti mismo en la vida cotidiana.
3-Hablar con tu Lado Amable:
- Imagina un "yo futuro" que te hable desde el cariño y la compasión.
- Escribe una carta a ti mismo desde este "yo amable", ofreciendo consejos sinceros y mensajes de consuelo.
Este ejercicio busca conectar contigo mismo de una manera compasiva, validando tus emociones y brindándote un consejo amable.
Estos ejercicios, recomendados para trabajar la autoestima, subrayan la importancia de escucharse, reflexionar y fortalecer la comunicación interna. Así como un vehículo pasa la ITV para garantizar su funcionamiento, dedicarnos periódicamente a nuestra "ITV emocional" puede ser clave para mantener una autoestima saludable.
La autoestima no se trata de tener una buena valoración de uno mismo todo el tiempo, sino de cultivar una relación sana con nosotros mismos, reconociendo nuestras fortalezas, practicando el autocuidado y dialogando internamente de manera positiva. Este enfoque dinámico y práctico puede ser el camino hacia una autoestima más robusta y resiliente.