Felicidad en forma de U: este estudio demuestra la edad a la que somos más y menos felices

Un estudio de la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) del Reino Unido, publicado en Medical Daily reveló una curiosa forma de "U" en la experiencia de la felicidad a lo largo de la trayectoria vital, 
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Recientemente, un estudio de la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) del Reino Unido, publicado en Medical Daily reveló una curiosa forma de "U" en la experiencia de la felicidad a lo largo de la trayectoria vital, un fenómeno que se repite en personas de todo el mundo. 

Felicidad - Getty Images

Los economistas de la ONS entrevistaron a cientos de participantes de diferentes países, analizando aspectos como trabajo, familia y relaciones. Sorprendentemente, los resultados mostraron una clara curva de felicidad: alcanzamos nuestra máxima satisfacción alrededor de los 20 años y nuevamente a partir de los 69. Sin embargo, se observa un descenso en los niveles de felicidad entre los 40 y 50 años.

Este patrón se repite en países de altos ingresos, pero no en otros lugares del mundo, subrayando la influencia de las características socioeconómicas y culturales en nuestra percepción del bienestar.

A medida que envejecemos, la curva sugiere un aumento de la felicidad, posiblemente debido a que los problemas asociados con la edad adulta quedan en segundo plano. Las preocupaciones laborales y familiares dejan de ser protagonistas, y a partir de los 69, se experimenta una sensación renovada de tranquilidad y libertad.

Sin embargo, la curva muestra un declive entre los 40 y 50 años, una etapa en la que las responsabilidades parecen multiplicarse. Durante los 20, hay un repunte de felicidad, debido a expectativas elevadas y la despreocupación por futuras responsabilidades.

A pesar de estos resultados, la ciencia no ha llegado a un consenso sobre los factores determinantes de la felicidad. Otros estudios sugieren que la cúspide se alcanza a los 33 años, con una mayor madurez emocional y éxitos personales y laborales.

En última instancia, más allá de las cifras, la verdadera clave para la felicidad podría residir en nuestro propio viaje personal hacia el bienestar emocional. La gestión eficaz del estrés y la búsqueda de una vida equilibrada podrían ser la clave para convertir esta montaña rusa emocional en una travesía más plena y satisfactoria.

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