"A Dios pongo por testigo de que no lograrán aplastarme. Viviré por encima de todo esto y haya terminado, nunca volveré a saber lo que es el hambre, ni yo ni ninguno de los míos. Aunque tenga que estafar, que ser ladrona o asesina. A Dios pongo por testigo de que jamás volveré a pasar hambre". Esta mítica frase de Escarlata O'Hara contribuyó a la consagración de un mito. Más que una heroína literaria, la protagonista de Lo que el viento se llevó encarna valores inspiradores como la fuerza y la independencia. Como ella, algunas figuras femeninas de la literatura clásica ideadas por autores, en muchos casos revolucionarios, nos dieron auténticas lecciones de vida. Y aunque no llegaron a existir, se convirtieron en el símbolo de aquellas mujeres que se negaron a aceptar los prejuicios de su época, rechazaron los estereotipos y vivieron libremente, sin aceptar su condición de mujer sumisa o subordinada a un hombre. Recordarlas es una necesidad, casi un deber, teniendo en cuenta las dificultades a las que se enfrentan en la actualidad.
Aunque los problemas y exigencias de las mujeres en el siglo XIX ya parecen quedar muy atrás, los estereotipos siguen condicionando el funcionamiento actual de nuestra sociedad. Algunos personajes de literatura más contemporánea consiguieron propiciar el cambio lento: Hermione Granger, protagonista mítica de la saga Harry Potter, es un ejemplo. Brillante, independiente y valiente, fue un ejemplo para millones de niñas que encontraron un modelo no solo ficticio, sino también real, ya que su intérprete Emma Watson también encarna estos valores. La pequeña Arya Stark, que conocemos esencialmente a través de Juego de Tronos, también es una heroína de literatura que demuestra que ser una chica no tiene por qué impedir nada: maneja la espada como nadie y lucha sola, con un espíritu de venganza profundo y en parte admirable. De igual manera, Lisbeth Salander, personaje central de la saga Millenium, pese a su aspecto débil y frágil, nos impresiona por su defensa feroz de los derechos de la mujer.
Heroínas del pasado que no han envejecido y sobre todo, que no nos cansamos de recordar, conforman esta selección que debería inspirarte y animarte a luchar siempre por lo que de verdad quieres.
Elizabeth Bennet
La segunda hija de la familia Bennet en la obra de Jane Austen Orgullo y Prejuicio brilla por su perspicacia, intelecto y sobre todo independencia. Se niega a seguir lo preestablecido, piensa por sí misma y actúa en consecuencia.

Ana Karenina
El personaje de la novela mítica del escritor ruso León Tolstói tiene un final trágico, pero lucha por su libertad y sigue sus sentimientos pese a los prejuicios.

Miss Marple
El personaje inventado por Agatha Christie, astuto y perspicaz, apareció en nada menos que doce novelas y veinte cuentos. Detective excepcional, Miss Marple nos impresiona por su eficacia y conocimiento del género humano.

Jo March
Es una de las cuatro hermanas de la novela Mujercitas de Louisa May Alcott. En el marco de la Guerra Civil estadounidense, esta joven se niega a ceñirse a los estereotipos de la época. Valiente, fuerte e irónica, es el personaje con más personalidad de la familia. Recordamos el inolvidable capítulo en el que se corta el pelo para conseguir dinero con el fin de que su madre pueda visitar a su padre, herido durante la Guerra. Esta Navidad, la adaptación de Greta Gerwig, con Emma Watson, Timothée Chalamet y Saoirse Ronan como protagonistas, llega a los cines.

Emma Bovary
La heroína de Gustave Flaubert marcó generaciones por su increíble vida y carácter. Insegura y sensible, lucha a lo largo de su vida por ser feliz pese a deslizarse lentamente en el aburrimiento y la depresión. Aunque tropieza y cae muchas veces, no se rinde.

Fantine
Personaje mítico de Los Miserables, Fantine renuncia a todo para poder salvar a su pequeña Cosette de la desgracia, ignorando que la deja a una familia que la maltrata. Vende dientes, pelo e incluso el conjunto de su cuerpo por ella. Un ejemplo del amor más radical.

Scout Finch
Combativa y valiente, la protagonista de Matar a un ruiseñor, de Harper Lee, se defiende ante la agresividad y las bromas de los niños de su clase sin ningún tipo de remordimiento.

Matilda
Roald Dahl demostró la fuerza de la literatura, pero también la necesidad de luchar de las mujeres con la pequeña Matilda, quien, pese al desprecio de su familia, se refugia en los libros y consigue salir adelante.

Jane Eyre
El personaje ideado por Charlotte Brontë en 1847 brilla también por su independencia, con la profunda voluntad de liberarse de los prejuicios de su época. Benevolente y brillante, se casa con el hombre que desea y lucha por la justicia.

Escarlata O'Hara
La heroína de la novela de Margaret Mitchell de Lo que el viento se llevó marcó generaciones por su valor y astucia en el marco de la Guerra Civil estadounidense. Lejos de la imagen de la heroína inocente, Escarlata es un ejemplo de perseverancia, pero también inteligencia.

Antígona
Heroína de la mitología griega, Antígona dio lugar a numerosas obras por su fuerza, capacidad de sacrificio e independencia. Pese a la prohibición del Rey, decide enterrar dignamente a su hermano, por lo que muere sin contemplaciones.

La marquesa de Merteuil
Personaje clave de Las amistades peligrosas, encarna la mujer poderosa y orgullosa por excelencia. Aunque no aplaudimos su aspecto manipulador, sí reconocemos y admiramos su perseverancia y determinación.
