Correr es en una de las actividades más populares para mejorar la salud y perder peso. Sin embargo, a medida que más personas se adentran en el mundo del ultra running o el running de larga distancia, no todas son conscientes de los efectos que este tipo de ejercicio puede tener sobre la piel y la apariencia física. Aunque es indiscutible que correr ofrece grandes beneficios para la salud, también puede traer consigo algunos inconvenientes si no se ponen en práctica ciertos cuidados. Más allá de las consecuencias a nivel estético, un mal hábito en el mundo del running puede afectar nuestras articulaciones y nuestros pies. Además de correr, existen otros deportes que están viviendo una época dorada y que no son de alto impacto, como el barre o el pilates en pared, el deporte con el que tonificar nuestro cuerpo sin salir de casa.

En este artículo, exploraremos por qué, a pesar de los resultados positivos de correr, algunas personas pueden notar que su piel se ve más envejecida con el paso tiempo. Esto se debe a factores como el exceso de ejercicio, la falta de nutrición adecuada, la escasez de descanso y la exposición al sol (un factor clave si somos de las que salimos a correr a la calle en pleno día y no aplicamos un SPF 50 muy resistente). No obstante, no toda la esperanza está perdida, dado que también ofrecemos algunos consejos prácticos para prevenir estos efectos y disfrutar de todos los beneficios del running (y otros deportes de alta intensidad) sin comprometer el bienestar físico y estético.
1. Exceso de carrera o entrenamiento excesivo
Cuando una persona se vuelve adicta a correr, suele obsesionarse con mejorar su ritmo, aumentar su distancia o participar en maratones (en pocas palabras, siempre queremos ir un paso más allá). Sin embargo, el exceso de ejercicio, con una alta intensidad y desgaste físico, puede llevar al agotamiento, lo que afecta la apariencia y causa un envejecimiento prematuro. Si el objetivo es perder peso con el ultra running, es mejor aumentar el tiempo de carrera por sesión. Se recomienda correr durante una hora en cada entreno y aumentar gradualmente la frecuencia a una vez por semana.
2. Reducción de grasa subcutánea
Aquellas personas con sobrepeso que buscan perder peso a través de la carrera, pueden notar que a medida que pierden grasa corporal, también disminuye la grasa en el rostro. Esto puede hacer que la piel facial pierda su firmeza, lo que provoca que los pómulos se vuelvan más marcados, los ojos se hundan y la estructura facial se vuelva más angular, dando la impresión de que el rostro está "caído". En realidad, esto sucede con todas las pérdidas de peso muy drásticas, así que no solo es una consecuencia del running. Como siempre nos gusta recordar, antes de iniciar un proceso de pérdida de peso, es clave acudir a un especialista en la materia, ya que correr para adelgazar no tiene por qué encajar con todo el mundo.

3. Falta de entrenamiento de fuerza muscular
Para evitar la pérdida de musculatura que puede producir la carrera intensa, es fundamental complementar el running con ejercicios de fuerza, especialmente para las piernas y glúteos. Ejercicios como las sentadillas, las planchas o las sentadillas en la pared son recomendables. Entre los beneficios de combinar running con entrenamiento muscular encontramos los siguientes:
- Fortalece los músculos: Protege las articulaciones, como las rodillas y los tobillos, durante la carrera y previene lesiones.
- Aumenta la velocidad y resistencia: Un entrenamiento adecuado de piernas y glúteos mejora tanto la velocidad como la resistencia.
- Cuerpo tonificado: El running combinado con entrenamiento de fuerza elimina la grasa y mejora el tono muscular, lo que da como resultado un cuerpo más esculpido, simétrico y juvenil.
4. Falta de sueño
El entrenamiento de carrera exige un descanso adecuado, al igual que otros deportes de alta intensidad. Si corres, por ejemplo, 50 km a la semana, es importante añadir al menos 30 minutos adicionales de sueño cada noche. La falta de descanso, junto con el agotamiento por el hecho de correr, puede afectar la salud, algo que, a largo plazo, puede provocar un envejecimiento prematuro.
5. Deficiencias nutricionales
Seamos o no corredores, es esencial consumir alimentos ricos en proteínas y vitaminas del grupo B para mantener la salud y la energía. El running consume mucha energía, y si no se sigue una dieta adecuada, el cuerpo envejece más rápido. Los corredores frecuentes deben asegurarse de consumir suficientes proteínas y nutrientes que ayuden a transformar los alimentos en energía para una recuperación rápida.

6. No proteger la piel del sol
Si no se protege la piel del sol mientras corres, esta se expone a los dañinos rayos UV, lo que puede causar manchas y un tono de piel más apagado. Además, la exposición prolongada al sol provoca que la piel se oxide y pierda firmeza, acelerando el envejecimiento. De este modo, deberíamos añadir a nuestro neceser un protector solar facial especial para práctica deportiva en exteriores.
¿Cómo prevenirlo?
1. Protección solar durante el entrenamiento
Aunque puede ser complicado seguir esta pauta, es recomendable evitar correr al mediodía y optar por rutas sombreadas. Incluso en días nublados, no olvides aplicar protector solar y usar accesorios como gorra, gafas de sol y ropa con protección solar. Recuerda que el sudor aumenta la sensibilidad de la piel a los rayos UV, así que asegúrate de llevar una banda para el sudor y una toalla para secarte regularmente.
2. No excederse en el tiempo de carrera
La Organización Mundial de la Salud recomienda realizar al menos 150 minutos de ejercicio moderado por semana, o 75 minutos de ejercicio intenso. Con dos sesiones de running de 1 hora y media cada semana es suficiente. Además, es importante alternar días de carrera con días de descanso para permitir que el cuerpo se recupere adecuadamente.
3. Hidratarse adecuadamente
La deshidratación puede hacer que la piel se vea seca y flácida. Durante el running, es crucial llevar una botella de agua o un cinturón para hidratación, y asegurarse de reponer líquidos después de la carrera. Si corres más de una hora, también es recomendable consumir bebidas con electrolitos, que regulan las funciones musculares y ayudan a la reparación de los tejidos dañados.
4. No faltar a las grasas saludables
La dieta juega un papel clave en la reversión de los efectos negativos de un ejercicio excesivo, como la pérdida de firmeza facial. Las grasas saludables, como las que provienen del aceite de oliva, el aguacate y los frutos secos, son excelentes para mantener la elasticidad de la piel. Además, una dieta rica en proteínas de calidad y frutas y verduras frescas es idónea para mantener una buena salud de la piel.
* Este artículo se publicó originalmente en Marie Claire Taiwán. Traducción y adaptación: Anna Pardo.