En el fulgor de las rosas y claveles, en el vuelo alegre de las faldas de las bailarinas, la ciudad de Sevilla y las costumbres folclóricas de España. Es por eso que se portaron trajes de luces y de rejoneros que remitían a la tradición de la tauromaquia. Diseños de corte recto y masculino en el que no faltaron los chalecos y las chaparreras, los sombreros y las chaquetas bolero, entre muchas otras alegorías al arte y tradición del sur de nuestro país.

Las raíces y ramas españolas se intuían en cada una de las piezas del desfile, en las que intervinieron artesanos locales para conseguir plasmar esa esencia 'made in Spain' que sugería la experiencia a todos los niveles. Desde la confección de sombreros de la mano de Fernández y Roche, hasta el bordado de encajes de bolillos con hilos de oro y plata de Jesús Rosado. Todo el proceso de creación fue una conversación constante entre el atelier de la casa francesa y la excelencia artesanal española. Además, Maria Grazia Chiuri estableció un diálogo con ilustradores y artistas plásticos capaces de captar el alma de la propuesta. Cuando Maria Grazia Chiuri planteó Sevilla como propuesta, tuvo claro que necesitaría a una artista española cuya obra fuese feminista y se acercara a los principios del proyecto. Alguien capaz de narrar la historia de España desde una perspectiva de género y fue entonces cuando el nombre de María Ángeles Vila llegó a sus manos y oídos. Vila es una artista plástica valenciana doctorada en grabado. En su trabajo, siempre se observa un trasfondo social que subraya la figura de la mujer, denuncia los estereotipos de género y analiza el papel que juega en los diferentes ámbitos cotidianos desde una perspectiva feminista.

A la hora de ejemplificar la figura de La Capitana en la colección crucero 2023 de Dior, la artista valenciana elaboró un conjunto de carteles homenaje de manera paralela al desfile que, tras distribuirse por la ciudad andaluza, se confeccionaron en cuatro de los 101 diseños de la colección. "De la figura de Carmen Amaya me atrapa su físico, su potencia, su fuerza en la danza, su arte, su elegancia, su humildad y su generosidad. Es una autoridad autodidacta que, de forma intuitiva, va construyéndose y perfeccionándose. De nacer en una barraca de Barcelona en una situación de pobreza, a acabar bailando delante del presidente de los Estados Unidos o con Frank Sinatra en Nueva York. Es el ejemplo de la perseverancia, del talento, del trabajo. Una figura precursora en su época, revolucionaria, con un estilo de baile más masculino que femenino. No es una mujer que baile flamenco con la bata de cola", relata María Ángeles Vila.
Pietro Ruffo, otra joven promesa (en este caso italiana) que iluminó Sevilla
Pero la española no remó sola en el mar artístico de la Colección Crucero 2023 de Dior, un italiano prometedor también se uniría a esta aventura hasta el sur de España. Hablamos de Pietro Ruffo, una artista italiano que se ha consolidado en los últimos años como uno de los artistas mejor valorados del panorama actual. Licenciado en arquitectura, sus composiciones son, sorpresivamente, combinaciones de elementos, a priori, poco probables, que resultan en obras articuladas, con una superposición de capas sujetas a múltiples interpretaciones. En cada una de ellas, siempre hay una visión crítica que examina cuestiones sociales, políticas e ideológicas.

Sobre su primera toma de contacto con la directora creativa de la firma francesa, Pietro Ruffo cuenta que "Maria Grazia me llamó una mañana y me dijo: ‘Hola, soy Maria Grazia Chiuri. He visto tu trabajo y me encanta... ¿sería posible reunirnos?’. Y yo le dije que por supuesto. Cuando tienes una llamada de teléfono así, después de una semana o de un mes, haces otra para ver cuándo va a tener lugar la reunión, pero, en esta ocasión, una hora después, Maria Grazia ya estaba en mi estudio explicándome su proyecto".Pietro Ruffo, acostumbrado a desarrollar, a través de períodos históricos, temas vinculados con la historia y con las personas vió en el proyecto de Maria Grazia una nueva vía de crecimiento, una inspiración grandiosa que emana de cuna italiana, como es la histórica misma de Granville. "Todo empieza con Granville. La casa de campo en Francia del señor Dior cuando era niño. Lo que más me inspiró para este proyecto fue la rosa de los vientos que había en los mosaicos de su jardín, y las rosas selváticas y flores reales que lo rodeaban. Esta fue mi primera fuente de inspiración".

"La rosa de los vientos es el talismán para emprender un viaje de poder en el imaginario de un joven Christian Dior sobre mundos lejanos. Y este es el mensaje que Maria Grazia buscaba transmitir. Así que esa travesía empieza en Granville y va hasta Sevilla." explica Ruffo.