Los vestidos se han convertido en lienzos para que diseñadores busquen hacer más que solo vestir cuerpos. Están enviando mensajes poderosos y provocando conversaciones. Y ayer 19 de febrero de 2024, el vestido "GO WITH THE SLOW" presentado por la firma SKFK en el desfile de su colección FW24 en el Real Teatro de Retiro de Madrid, lo ha demostrado.

Una prenda puede ser tanto una declaración de moda como un principio. El vestido se une a una serie de creaciones en la industria que no solo destacan por su estética, sino por su capacidad de comunicar fuertes mensajes sociales y políticos.
Un ejemplo de esto son las creaciones de Viktor&Rolf. En la colección de alta costura Primavera 2019 se presentaron vestidos con volúmenes exagerados que portaban frases. Estas piezas, que combinan la ironía con la crítica social, ponen en diálogo la cultura del consumo con las expectativas de la sociedad contemporánea.

Otro vestido icónico es el que lució la actriz y activista Emma Watson en la Gala del MET en 2016. Hecho completamente de botellas de plástico recicladas, el mensaje era claro: tanto como el lujo puede ser moda, puede también ser sustentable. El diseño no sólo llamó la atención por su diseño y elegancia, sino también por abordar el tema del ecologismo y la sostenibilidad ambiental.
De la misma manera, Stella McCartney ha sido pionera en incorporar mensajes de sostenibilidad en sus diseños, utilizando materiales orgánicos y reciclados portando consignas con el fin de mandar, a través de sus colecciones, el mensaje de una moda más consciente.

En el ámbito político, no podemos olvidar el vestido de la diseñadora Katharine Hamnett, que se plantó, toda una pionera, en 1984 enfrente de Margaret Thatcher con el mensaje "58% DON'T WANT PERSHING", en contra de la instalación de misiles Pershing en Reino Unido. Un acto que puso de manifiesto como la moda también puede ser utilizada como herramienta de activismo político.