El largo puente que estamos viviendo en la Comunidad de Madrid no ha impedido que se hayan celebrado eventos como la boda de dos conocidas personalidades de nuestro país. Eugenia Gil, psicóloga y miembro del departamento de Recursos Humanos de la consultora McKinsey & Company y Javier García-Obregón, hijo de Paloma Lago y sobrino de Ana García Obregón, se dieron el "sí, quiero" el pasado miércoles día 1 de mayo ante cientos de invitados.
El enlace estuvo marcado por el retraso de 45 minutos de la novia. Lejos de ser una novia a la fuga, Eugenia Gil sufrió un percance en su vestido que generó nervios en la iglesia de San Fermín de los Navarros, ubicada en el barrio madrileño de Chamberí. Tras estos minutos de intriga, la boda siguió el ritmo con total normalidad.

AnmarGo fue la firma encargada de diseñar el vestido de ensueño de Gil. El modelo destacaba gracias a la ausencia de mangas, la falda recta y la original lazada en la parte trasera, que dotaba de carácter a este clásico vestido de novia. Unos guantes largos a lo diva de Hollywood ejercían de broche de oro.

Hablando de originalidad, una de las invitadas al enlace se encargó de generar debate en la iglesia. La periodista y escritora Marta Robles se decantó por un estilismo que no dejó a nadie indiferente. No hay espacio a la duda: o amas u odias este outfit que poco tiene de convencional.

Robles escogió una clásica camisa blanca en compañía de una llamativa falda de animal print con detalles de plumas. Como broche, una flor XXL teñida del mismo motivo. A los pies, unos clásicos stilettos nude para bajar revoluciones. Una jornada primaveral bastante fría en la capital invitó a Robles a vestir un trench como prenda exterior.
Como hemos comentado, este estilismo no es apto para invitadas discretas. Tal es la potencia (en el buen o en el mal sentido) de este outfit que ha logrado desbancar a Ana Obregón como asistente más destacada. Si la intención de Marta Robles era ocupar titulares en la boda de Javier García-Obregón y Eugenia Gil, lo ha conseguido sin apenas pestañear.