Aunque estamos acostumbradas a ver a las royals europeas con looks de formales y ultra elegantes en eventos oficiales, en numerosas ocasiones son cazadas con estilismos casual que cualquier mortal podría defender. De hecho, no nos da miedo afirmar que las mujeres más sofisticadas del panorama real son férreas fanáticas de las sneakers.
Hace apenas unas horas que han salido a la luz unas imágenes de Alexandra de Hannover, hija de Carolina de Mónaco y Ernesto Augusto de Hannover, con su novio Ben Sylvester Strautmann en el palco de la última prueba de atletismo en los Juegos Olímpicos de París. La royal monegasca ha combinado una clásica camisa azul cielo con un pantalón vaquero de corte recto y unas sneakers de Nike. En concreto, el modelo Zoom Vomero 5, valorado en 159,99 euros.
Al ver el look de la hermana de Carlota Casiraghi, Andrea Casiraghi, Pierre Casiraghi, Cristián de Hannover y Ernesto Augusto de Hannover, no hemos podido evitar recordar la esencia de los outfits ochenteros y noventeros con zapatillas que llevaban Lady Di o Carolina de Mónaco. De hecho, varios de los outfits más icónicos de Diana de Gales y la madre de Alexandra a lo largo del pasado siglo estuvieron protagonizados por unas deportivas. Ellas nos enseñaron que no hay nada más cool que un look sporty defendido con determinación.
Lady Di en 1994 y Carolina de Mónaco en 1985 (con un jovencísimo Karl Lagerfeld en escena) sellaron las bases sellaron la unión entre realeza y deportivas. Durante su vida, Diana de Gales fue fiel a Reebox, Superga y Converse, mientras que Carolina de Mónaco fue una de las primeras en lanzarse de cabeza a las todopoderosas Adidas Galleze, que llegaron al mundo en 1967 con la intención de marcar un antes y un después en la historia de las sneakers.
Esta serie de imágenes de archivos, más la nueva fotografía de Alexandra de Hannover, demuestran que el athleisure no fue más que recuperar el amor por incluir zapatillas en looks que viajan entre lo casual, lo sporty y lo relativamente formal. La tendencia athleisure nació en 2016 y marcó a toda una generación de jóvenes amantes de la moda que no tenían tan presentes a Lady Di o Carolina de Mónaco como iconos de estilo. La moda es cíclica y este fenómeno tan solo confirma la idea que defienden grandes teóricos del sector desde hace décadas.
