El otoño siempre llega con una promesa de estilo renovado y, si hay una prenda que concentra todo el poder de transformación en un armario, esa es la chaqueta. Funciona como carta de presentación, como prenda comodín y como la inversión más inteligente para sobrevivir al entretiempo con elegancia. En 2025, las chaquetas se consolidan como protagonistas absolutas de la temporada, con propuestas que se mueven entre lo clásico y lo rompedor: desde las americanas entalladas que marcan silueta hasta las versiones oversize de aire urbano; desde las chaquetas de cuero que nunca pierden su rebeldía hasta las de ante que evocan sofisticación bohemia. La clave está en saber elegir las piezas que marcan tendencia sin caer en lo efímero, apostando por diseños que funcionen tanto en la oficina como en una salida nocturna.
Las chaquetas clave que no pueden faltar en tu armario de otoño/invierno

La americana estructurada: elegancia sin esfuerzo
La americana vuelve con fuerza, pero lo hace renovada. Frente a las siluetas fluidas que dominaron temporadas pasadas, este otoño se impone la chaqueta estructurada, con hombros definidos y cortes entallados que realzan la figura. Es una prenda que estiliza de manera inmediata y que se adapta tanto a un pantalón de pinzas como a unos vaqueros rectos. Firmas como Saint Laurent, Victoria Beckham o Zara han apostado por esta línea, demostrando que la americana no entiende de edades ni de contextos. El consejo de las expertas: invertir en un modelo neutro (negro, gris marengo o beige) y otro en tono vibrante —rojo o verde esmeralda— para elevar los looks más sencillos.

Chaquetas oversize: el aire urbano que rejuvenece
En contraste con las formas ajustadas, los cortes oversize siguen teniendo un espacio importante en la moda otoñal. Este tipo de chaquetas aportan un aire desenfadado y juvenil, perfecto para quienes buscan comodidad sin perder sofisticación. Suelen llevarse con pantalones ajustados o vestidos lenceros para equilibrar volúmenes y evitar un efecto desproporcionado. El denim, el tweed y la lana se convierten en los tejidos estrella de este formato, con guiños a la estética noventera y al street style de las grandes capitales de la moda. Si tu objetivo es restar años visuales al look, una chaqueta oversize combinada con zapatillas de suela gruesa o botas planas es una apuesta segura.

La cazadora de cuero: un clásico eterno
No importa cuántas décadas pasen: la chaqueta de cuero siempre encuentra la manera de reinventarse. En 2025, los cortes biker vuelven a ocupar un lugar destacado, con cremalleras metálicas, tachuelas discretas y cuellos amplios que recuerdan a las estrellas del rock. Sin embargo, también encontramos versiones más depuradas, minimalistas y de líneas rectas que aportan un aire elegante y actual. El negro sigue siendo el color más buscado, aunque tonos como el burdeos, el verde oscuro y el azul marino han ganado protagonismo. Es una prenda capaz de transformar un vestido romántico en un look rompedor o dar fuerza a un conjunto básico de vaqueros y camiseta blanca.

El tweed: un guiño a la herencia clásica
El tweed, tejido que Chanel convirtió en icono, regresa con fuerza este otoño. Las chaquetas confeccionadas en este material evocan elegancia parisina y sofisticación atemporal. En 2025, se llevan en cortes cropped, con detalles como botones joya y ribetes a contraste, pensadas para combinar con pantalones de talle alto o faldas lápiz. Es la chaqueta perfecta para un look de invitada de día o para un encuentro profesional en el que quieras proyectar autoridad y estilo. Además, el tweed se reinventa en gamas cromáticas poco convencionales: desde tonos pastel hasta azules eléctricos, adaptándose a quienes buscan modernidad sin renunciar a la tradición.

La chaqueta de ante: sofisticación bohemia
El ante se convierte en el tejido más apetecible para quienes buscan una chaqueta versátil y con aire boho chic. Este otoño, las versiones más populares se presentan en tonos tierra, camel y chocolate, con cortes inspirados en los años setenta. Flecos discretos, cinturones de lazo y detalles de costura a la vista añaden un toque artesanal que eleva cualquier estilismo. Es una prenda ideal para llevar con vestidos fluidos estampados o con pantalones acampanados. Si bien requiere un cuidado más delicado que otros tejidos, su textura y caída compensan con creces, aportando calidez y un aire distinguido a cualquier conjunto.

La chaqueta acolchada: comodidad de tendencia
El otoño no se entiende sin las chaquetas acolchadas, que ya no son exclusivas del deporte o del campo. Las versiones urbanas, con cortes rectos o ligeramente entallados, han conquistado tanto a las firmas de lujo como a las cadenas de moda asequible. En colores metalizados o en tonos neutros como beige y verde oliva, las chaquetas acolchadas se adaptan a looks de diario, combinadas con leggings, pantalones cargo o vestidos midi. Su principal ventaja es que resultan extremadamente cómodas y aportan un plus de abrigo en los días más fríos de otoño.

La camisa-chaqueta: híbrido práctico y estiloso
Una de las piezas más versátiles de la temporada es la sobrecamisa, también conocida como “shacket” (shirt + jacket). Se trata de un híbrido entre camisa y chaqueta que aporta ligereza y funcionalidad, ideal para los días de entretiempo. En franela, lana fina o denim, este tipo de prenda es perfecta para superponer sobre camisetas básicas o jerseys de cuello alto. Sus estampados a cuadros, en especial en gamas rojizas y verdes, serán uno de los grandes protagonistas del otoño. Además, puede ceñirse a la cintura con un cinturón ancho para marcar silueta y aportar un aire más sofisticado.

La chaqueta bomber: de lo deportivo a lo chic
La bomber ha pasado de ser una prenda puramente deportiva a convertirse en un símbolo de estilo urbano. Esta temporada se reinterpreta en tejidos satinados, terciopelo o incluso tweed, elevando su estatus hacia un terreno más elegante. Se lleva con faldas midi, vestidos de punto o pantalones de sastre, demostrando su capacidad de adaptación a múltiples estilos. Además, los detalles bordados o los ribetes metálicos le añaden un punto diferenciador que la convierte en protagonista del look.