Creías en el amor, en el amor de verdad, pero con el paso de los años te has dado cuenta de que no todo era tan sencillo. Puede que hasta seas la culpable: nunca pensabas que te podía pasar y sin embargo, por despecho o por tristeza, engañaste a tu pareja. Desde entonces, no consigues sentirte bien o ni siquiera mirar a tu pareja a los ojos por vergüenza. O también puede que sea todo lo contrario y que la víctima seas tú: notas a tu pareja rara, te pone excusas y al final te lo confiesa: ha tenido un desliz. Tanto en un caso como el otro, no tienes que dar nada por perdido. Y sobre todo, la relación de culpable/víctima no es tan evidente en todos los casos. La infidelidad, si no es voluntaria y deseada, suele nacer de un desinterés o de una ausencia de comunicación ligado a la rutina o a un disfuncionamiento en la relación. Todo es cuestión de entender por qué, y de buscar o no una solución.
Antes de gritar de desesperación, cortar por lo sano y escuchar canciones tristes hasta la saciedad, aprovecha el momento para cuestionar tu relación y tus sentimientos. Aunque sea un momento extremadamente difícil, sobre todo si estas enamorada, puedes dar el impulso necesario para solucionarlo y no caer en situaciones extremas. Lo primero: es imprescindible que identifiques la infidelidad. Si tienes una relación claramente cerrada y exclusiva con tu pareja, no podéis permitiros ningún tipo de exceso. Si esta idea no estaba clara desde el principio y tu pareja te dio a entender que prefería una relación abierta, no puedes echarle la culpa. Los dos tenéis que tener claro dónde están vuestros límites y lo que sentís. La ausencia de comunicación suele tener consecuencias dramáticas, aunque uno de los dos tenga muy claro el tipo de relación que tiene o que quisiera tener, puede que el otro esté más perdido.
Aunque parezca difícil relativizar y pensar con cordura si te han sido infiel o si lo has sido tú, puedes seguir 15 pasos prácticos para superarlo y seguir adelante, o romper definitivamente tu relación. Tú eliges.
Acepta la situación
En uno u otro caso (si has sido infiel o te ha sido infiel) tienes que admitir que algo ha pasado. No intentes negarlo o hacer el famoso “aquí no ha pasado nada” porque en algún momento de tu relación volverá a surgir el problema. Cuanto antes aceptes la situación, mejor.
Entiende el por qué
Ha pasado, lo has aceptado y ahora te toca entender la situación. Si has sido la persona infiel...¿Consideras que ha sido por despecho? ¿Te arrepientes? ¿Te preocupa cómo se sentirá tu pareja o cómo te pueda ver a partir de ahora? Procura contestar lo más sinceramente posible. Si fue tu pareja quien te ha engañado, plantéate el por qué. Aunque tenga la culpa y consideras que no ha cambiado tu comportamiento, es bueno pensar en vuestra relación.
Asume las posibles consecuencias
Recuerda que si decides decirlo, la ruptura es la consecuencia más segura. No temas la verdad, pero ser consciente de lo que pasará después es un imperativo.
Piensa en las explicaciones
No sabes si decirlo. Te da pánico el único hecho de sentarte en frente de tu pareja y de decirle la verdad. Aunque eres libre de contárselo o no, recuerda que la sinceridad es la base de una pareja y que, además de aliviarte, contarle la verdad os ayudará a los dos. ¿No crees que se merece conocer la verdad? Antes de quedar con él/ella, piensa en lo que le vas a decir. Claridad y sinceridad.
Valora si merece la pena seguir adelante con la relación
Si te ha engañado tu pareja o la has engañado tú, es el momento de plantearos seguir adelante o no. Aunque perdáis la confianza que teníais, puede que dialogando un futuro sea posible. Y sino, aunque duela, tenéis que concienciarnos de que no estáis hechos para estar juntos.
No te tortures
Has sido infiel. El hecho ya es bastante doloroso de por sí, no arruines la poca confianza que te queda. Errar es humano, lo importante es que te des cuenta de ello y sobre todo que hagas todo lo posible para no repetirlo.
No ocultes ningún detalle
Sí has decidido decirlo, sé plenamente sincera y no ocultes nada. Por muy dura que sea la realidad, tu pareja, una vez más, se merece saber todo. Esto es fundamental sobre todo si decidís seguir juntos, ya que si no le dices todo en un primer momento y se entera más adelante, las consecuencias serán peores.
No eches la culpa a la tercera persona
Es seguramente la tentación más grande: buscar un culpable real, y la tercera persona, la que se entrometió en la relación, es la ideal. Rompeparejas, sin corazón, egoísta...si te ha engañado tu novio/a te será más fácil odiar a esta persona que tu propia pareja. Pero recuerda que en el asunto dos personas dieron su consentimiento...
No te obsesiones con el tema
Ya que lo has aceptado y hablado con tu pareja, no hace falta darle mil vueltas. Si decidís seguir juntos, procura no pensar constantemente en ello y sobre todo echar en cara la infidelidad a la mínima discusión. Sino no podréis avanzar.
Pide ayuda
No dudes en comentarlo con tu familia y amigos, ellos te conocen y te ayudarán a superarlo poco a poco. Si ves que la situación te paraliza y no te ves capaz de avanzar, consulta a un profesional.
Busca actividades y planes para despejarte
En uno u otro caso, salir, ver a gente, trabajar, jugar, practicar deporte o cualquier otra actividad te beneficiará para ir superando poco a poco esta difícil etapa. No se trata de que lo olvides, sino de que relativices y veas que hay vida más allá.
Evita la venganza
Es otra tentación. Por mucho que quieras que tu pareja sienta lo mismo que tú y sufra terriblemente, no será la solución. Vengarse, y puede que ya lo sepas, no te ayudará. El proceso de aceptación y readaptación es difícil pero a largo plazo, te hará sentir mejor.
No te des a malos hábitos
Ni peligrosos, ni desesperados. La vida sigue, y aunque tu dolor te haga sentir fatal, piensa que ni la comida ni el alcohol ni el tabaco tomados en exceso te ayudarán. Es más, te harán sentir peor.
No menosprecies tus sentimientos
Sufres, te sientes humillada, despreciada o avergonzada. No niegues lo que sientes o intentes ocultar sus emociones. Escúchate siempre y reconoce que esos sentimientos son reales. Cuando los aceptes, podrás superarlos.
Ve siempre el lado bueno
Aunque a primera vista no sea evidente, siempre encontrarás algo positivo y bueno en una situación terrible. Aprovecha este terrible batacazo para madurar y tener más claro lo que quieres en una pareja o una relación.