"La rebelión de la tentación ha comenzado. Una tentación que arrasará con sus relaciones y les acercará peligrosamente a la rebelión más imparable. Bienvenidos a La isla de las tentaciones". Con estas palabras, Sandra Barneda da el pistoletazo de salida al reality más loco de la televisión, que volverá a nuestras pantallas después de Navidad.
Cinco parejas y un solo objetivo: conseguir que su amor triunfe por encima del deseo. La octava edición de La isla de las tentaciones calienta motores y esta vez, llega cargadita de sorpresas. Los participantes volverán a ponerse a prueba, afrontando en un lugar paradisíaco, el mayor reto de sus vidas.
Eros, Bayan y el rencor por demasiadas infidelidades

Eros (28) y Bayan (23), pareja desde hace cuatro años, vienen de Palma de Mallorca. Su historia comenzó gracias a un amigo en común, aunque su primer encuentro no fue nada prometedor. Eros consideraba que la diferencia de edad era un obstáculo, mientras que Bayan lo veía demasiado serio y distante. Sin embargo, con el paso del tiempo, los sentimientos entre ellos empezaron a florecer y finalmente terminaron enamorándose.
Durante la etapa en la que estaban conociéndose, Eros aún mantenía una relación con su expareja, lo que derivó en una infidelidad hacia Bayan incluso después de formalizar su noviazgo. A pesar de todo, Bayan, enamorada, decidió perdonarlo... más de una vez. Sin embargo, las mentiras y las traiciones de Eros persistieron, lo que terminó ocasionando una ruptura temporal en su relación.
En ese periodo separados, ambos tuvieron la oportunidad de conocer a otras personas, pero el amor que sentían el uno por el otro volvió a juntarlos. Ahora, llegan a La isla de las tentaciones en un momento muy positivo de su relación, con la intención de que Eros logre demostrarle a Bayan que puede confiar plenamente en él.
Gerard y Alba, una relación tóxica desde sus inicios

Gerard (31) y Alba (23), naturales de Ciudad Real y Madrid, llevan un año juntos. Su historia comenzó gracias a un amigo en común, y tras empezar a hablar por redes sociales, se conocieron en persona en Madrid. Sin embargo, la primera impresión no fue la misma para ambos. Gerard quedó completamente enamorado desde el primer momento, pero Alba no sintió lo mismo, ¡no le gustó nada!
El clásico pico y pala de Gerard terminó conquistando a Alba y su relación avanzó rápidamente, hasta el punto de compartirlo todo en apenas una semana. Este ritmo tan intenso terminó agobiando a Gerard. Su miedo a comprometerse en una relación seria, sumado a los celos de Alba, provocaron una ruptura que se dio, curiosamente, el día de Navidad. Aunque parecía un punto final, su amor todavía tenía mucho que ofrecerles.
El destino volvió a cruzar sus caminos cuando Gerard vio a Alba besándose con otro chico, un momento que le hizo darse cuenta de lo que sentía realmente por ella. Ese beso fue el impulso que necesitaba para recuperar su relación. Ahora, llegan juntos a 'La isla de las tentaciones' con el objetivo de que Gerard le demuestre a Alba que está listo para comprometerse plenamente con ella.
Montoya y Anita, en busca de otro bebé "of tenteision"

Montoya y Anita, de 30 y 26 años respectivamente, acaban de celebrar su primer año como pareja. Se conocieron durante un reality show, aunque no se fijaron el uno en el otro hasta la fiesta final del programa. Esa misma noche, Montoya tuvo más que palabras con otra compañera. Vamos, que hubo tema del que quema. Pero al día siguiente compartió el desayuno con Anita, y fue entonces cuando ambos sintieron un flechazo. Decidieron iniciar una relación a distancia, lo que despertó inseguridades en los dos.
Sus personalidades, marcadas por sus ciudades de origen, Sevilla y Barcelona, y sus diferentes maneras de entender la vida, han sido motivo de numerosos conflictos. Montoya, con un carácter más tradicional, y Anita, a quien él describe como una persona más impulsiva y "cabra loca", han enfrentado varios altibajos a lo largo de su relación.
Ahora, la pareja busca poner a prueba su amor en La isla de las tentaciones para confirmar si son capaces de construir un futuro juntos. Su objetivo es dar un gran paso en su relación: formar una familia y tener un hijo.
Joel y Andrea, crónica de una ruptura anunciada

Tienen 24 y 28 años y son de Barcelona. Joel y Andrea llevan tres años saliendo y se conocieron en el trabajo. Al inicio de la relación, Andrea decidió terminar con Joel porque lo percibía como alguien demasiado dependiente de ella. Sin embargo, Joel tomó la iniciativa, reflexionó y logró reconquistarla. Mientras tanto, Andrea coqueteaba con otros chicos, ya que no tenía claro si volverían a estar juntos.
La relación entre ellos ha sido inestable debido a que Andrea tiene un carácter frío, le cuesta expresar sus sentimientos. Además, Joel siente que ella suele flirtear con todo el mundo. A pesar de todo, han pasado estos tres años muy unidos, prácticamente sin separarse. Ahora, llegan a La isla de las tentaciones para ver cómo reaccionan estando separados y descubrir si realmente se extrañan el uno al otro. Andrea asegura no ser celosa, pero tampoco confía plenamente en nadie, ni siquiera en sí misma.
Fran, Ana y un GPS que detecta infieles

Fran, de 28 años y Ana, de 23, se conocían de vista, pero su historia comenzó una noche de fiesta en la que se besaron. Aunque inicialmente la cosa no pasó de ahí porque Fran llevaba dos años con su novia y Ana estaba en uno de tantos paréntesis con su ex. Una vez que ambos rompieron definitivamente con sus respectivas parejas, volvieron a cruzarse en un restaurante en Vigo y decidieron darse una oportunidad.
Durante su relación, Fran sintió que necesitaba más libertad y terminó dejando a Ana para disfrutar de su vida y conocer a otras chicas. Sin embargo, Ana no se dio por vencida y decidió mudarse a Madrid para reconquistarlo, algo que finalmente logró.
Llevan un año y medio juntos, aunque su relación ha estado marcada por los celos de Ana, quien siempre tiene sospechas y llegó incluso a instalar un GPS en el teléfono de Fran. Ahora, participan en La isla de las tentaciones con la intención de que Ana aprenda a confiar en Fran y deje a un lado las dudas. La pareja acaba de comprarse una casa y especialmente Ana, sueña con convertirse en madre joven junto a su chico.