Según Amnistía Internacional y la lógica aplastante, "las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres". Es esencial tener esto claro para seguir leyendo este artículo, ya que tristemente parte de la sociedad no comparte esta idea en pleno siglo XXI.
Entre todos los derechos por los que luchan las mujeres a diario, el movimiento global anteriormente citado recalca como los principalmente reconocidos el derecho a la vida (derecho a no sufrir discriminación ni violencia por el hecho de haber nacido mujeres), el derecho a no ser maltratadas ni asesinadas por sus parejas o exparejas, a no vivir con el miedo constante a ser agredidas sexualmente con impunidad y el derecho a no ser discriminadas en el trabajo ni en el acceso a los recursos económicos y de producción.
El problema en España es alarmante. Por poner un ejemplo, "el 11% de las mujeres de 16 y más años han sufrido a lo largo de su vida violencia física o sexual de sus parejas o exparejas. Ese porcentaje equivale a 2,2 millones de mujeres", explican en Amnistía Internacional España. Datos que se disparan en otros puntos del globo, en la Encuesta Sanitaria y Demográfica de Kenia de 2014 se halló que, de 5.657 mujeres encuestadas con edades de entre 15 y 49 años, el 47,4% había experimentado violencia física o sexual.
Ya no solo hablamos de violencia sexual y física, también hacemos referencia a la violencia económica, psicológica o emocional, recogen en ONU Mujeres. En pocas palabras, la lucha es necesaria y nos implica a todos. En mayor o menor medida, podemos abogar por un futuro donde el 49,7 % de la población (datos del Banco Mundial) no deba lidiar a diario con el reto que supone haber nacido mujer.
Numerosas asociaciones y fundaciones tienen el foco en la lucha por los derechos de las mujeres, sea a nivel nacional o internacional. En algunos casos, las organizaciones se diferencian entre ellas por centrar todo su esfuerzo en un fin concreto, como la mutilación genital femenina o la ayuda a mujeres y niñas con discapacidad. En el día de hoy recogemos cinco proyectos que combaten a diario para hacer de este mundo un lugar mejor.
Fundación Dr. Ivan Mañero
La Fundación Dr. Ivan Mañero trabaja principalmente con mujeres y niños en Guinea-Bissau. Desde 2007, esta ONG coopera con una sólida base de valores que incluye la solidaridad, el respeto, el compromiso, la igualdad, la dignidad humana, la coherencia, el futuro y la cooperación.
Tal y como leemos en su web, "de acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas por el Desarrollo (PNUD), Guinea-Bissau es uno de los países subdesarrollados con más bajo rendimiento económico y con una alimentación más precaria". Además, es uno de los lugares donde la mutilación genital femenina (MGF) es una práctica que "afecta a un 50% de las niñas y mujeres de entre 4 y 49 años", datos que ofrece la propia ONG.
Gracias a su trabajo, "más de 250 mujeres se han interesado por el programa gratuito de reconstrucción genital para mujeres que han sufrido la MGF". Más allá de su implicación en paliar las consecuencias de la mutilación genital femenina, la Fundación Dr. Ivan Mañero también ha puesto en marcha otros proyectos solidarios como el Centro de Salud de Bisselanca o una escuela para niños con dificultad de aprendizaje.
Fundación Cermi Mujeres
La Fundación CERMI Mujeres nació en 2014 de manos del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI). Esta asociación sin ánimo de lucro fue creada "para la defensa y acción del pleno goce de todos los derechos humanos y libertades fundamentales de las mujeres y niñas con discapacidad, una población de más de dos millones y medio de ciudadanas en España".
Uno de los fines de esta organización es abordar "nuevas realidades" y aumentar la "capacidad de incidencia política ante los poderes y administraciones públicas" de las mujeres y niñas con discapacidad, siempre favoreciendo la "escucha activa a sus verdaderas protagonistas".
"La denuncia de la violencia en todas sus formas contra las mujeres y niñas con discapacidad y los escasos o nulos recursos disponibles para ellas; la falta de acceso a la justicia; la denegación o limitación en su acceso a la salud, incluida la salud sexual y reproductiva, antes y durante el confinamiento; la institucionalización; la erradicación definitiva de todas las prácticas de esterilización no consentida y la reparación de las víctimas", son algunos de los focos del trabajo de la Fundación CERMI Mujeres.
Fundación Ana Bella
La principal misión de la Fundación Ana Bella es la "construcción de una sociedad igualitaria libre de violencia hacia las mujeres". Para ello, actúan "como amigas de las mujeres maltratadas". En España, han ayudado a 42.000 mujeres a romper el silencio.
Además de esto, cuentan con una red de 27.000 mujeres supervivientes y a lo largo de su historia han ofrecido 8.000 oportunidades laborales a mujeres víctimas de la violencia. Como apuntan su web, aportan soluciones para que "mujeres supervivientes, medios de comunicación, administraciones públicas, entidades sociales y empresas para que actúen como agentes de cambio social frente a la violencia de género".
Entre todos los reconocimientos a su labor, destacan el Premio Arborus por promover la Igualdad en la Empresa (2019), la Medalla de Andalucía a los Valores Humanos (2020), el Amazing Woman Award, Fundación Orange (2020) y el Premio Meridiana del Instituto Andaluz de la Mujer (2021).
Inspiring girls
Nacer mujer y tener carencias de autoestima y ambición profesional es una consecuencia más del de la situación de desigualdad que vivimos en la actualidad. Inspiring girls "es una fundación que persigue aumentar las aspiraciones de las jóvenes y niñas poniéndolas en contacto con mujeres inspiradoras que les sirvan de ejemplo y referente".
Conforme apuntan en su web, un "67% de las jóvenes creen que no tienen las mismas oportunidades profesionales que los chicos". Además, "las niñas experimentan una pérdida del 30% de su confianza en sí mismas entre las edades de 8 a 14 años". Para lidiar con esta problemática, organizan encuentros entre niñas y mujeres para que las más jóvenes tengan claro "que pueden ser lo que quieran ser".
Las sesiones que desarrollan desde la fundación "amplían las mentes de las niñas, reducen los estereotipos y disparan sus expectativas de éxito", datos extraídos de un estudio que han elaborado tras tratar con más de 300 niñas durante el pasado 2020.