Can Yaman sigue cautivando corazones en la gira de promoción de la segunda temporada de Viola come il mare. Durante su recorrido, el actor ha concedido entrevistas a los principales medios de comunicación del país, generando titulares memorables que serán difíciles de olvidar.
Primero, el actor visitó el conocido programa de televisión Amici, donde brindó a la presentadora Maria De Filippi una de sus entrevistas más sinceras y divertidas. A punto de estrenar otra de sus series más esperadas (Sandokán), Can declaró en Amici que adora Italia y que, al menos por ahora, planea continuar su carrera en este país que le ha brindado tantas oportunidades.
Poco después, el actor conversó con periodistas del periódico italiano La Stampa, donde reveló más detalles sobre su trabajo en Viola come il mare: "Mi personaje tendrá que enfrentarse a la búsqueda de su padre, pero también a una relación con Viola que es completamente nueva para él. Suceden muchas cosas, y ninguna de ellas hace que Francesco Demir pierda su encanto, todo lo contrario".
La sensibilidad del "macho alfa"
"El macho alfa también muestra su fragilidad; lo importante es no traicionarlo", declaró Can Yaman en su última entrevista, enfatizando que su personaje en la segunda temporada de Viola come il mare ha evolucionado, mostrándose ahora más vulnerable y sensible ante sus compañeros y frente a la mujer que ama. Francesco Demir ha crecido paralelamente al actor que lo encarna, lo cual añade un valor significativo a la serie.
"Estoy convencido de que es fundamental hablar más de la sensibilidad masculina, tanto la alegría como el sufrimiento también forman parte de nosotros. Sonreímos cuando somos felices y nos emocionamos cuando sufrimos, independientemente del sexo con el que nacemos, es decir, da igual ser hombre o mujer", explica el actor, quien ha aprendido a dar más valor a sus sentimientos.
Su familia, su mayor apoyo
Cuando se le preguntó sobre su relación con sus padres, especialmente en el contexto de la trama de Viola come il mare donde su personaje lucha por encontrar a su padre biológico, Can Yaman solo tuvo elogios para sus propios progenitores.
"Tengo una excelente relación tanto con mi padre como con mi madre. Me enseñaron a ser un hombre leal, a trabajar duro para alcanzar mis objetivos y es sobre todo gracias a ellos que me he convertido en la persona que soy hoy. Su matrimonio no duró mucho, se separaron cuando yo era muy pequeño, pero siempre mantuvieron una relación civilizada y nunca me faltó de nada", confesó Yaman sobre lo feliz que ha sido en su infancia gracias a unos padres que, a pesar de estar separados, jamás perdieron las ganas de hacer de su hijo un niño feliz.
La mayor virtud de Can Yaman
En Viola come il mare, la protagonista tiene la capacidad de percibir los sentimientos de las personas a través de los colores. Hablando sobre esto, Can Yaman comentó que, si aplicara este análisis a él, probablemente descubrirían que es una persona tranquila y serena. Añadió que un sentimiento que lo define es la lealtad hacia las personas que ama. Además, admitió que le resulta difícil perdonar la traición: "Si estoy seguro de que me han engañado, puedo llegar a ser incontrolable".
Es difícil no sentirse aún más cautivada por Can teniendo en cuenta sus últimas confesiones. Pero hay más y es que el actor es un trabajador incansable que lleva años esforzándose en aprender italiano. "Viola come il mare es mi primera serie en italiano, actúo sin doblaje y siempre empiezo a prepararme con varios meses de antelación. Me entreno tanto física como mentalmente. Viola come il mare fue mi primer gran desafío en italiano. Por eso decidí contar con una entrenadora de diálogo y gracias a ella mejoré mucho mi pronunciación. El siguiente paso será en El turco, una serie en la que intentaré actuar en inglés".
Ante la pregunta de cómo de italiano se siente, Can respondió que "Roma se ha convertido en mi segunda ciudad, mi segundo hogar y en el set de Viola come il mare me sentí muy apoyado y querido tanto por el equipo como por los habitantes de Palermo. Pero mi amor por Italia viene desde la infancia, ya que estudié en la escuela italiana de Estambul. Solía venir aquí de vacaciones en verano para mejorar mi italiano".
Además, afirma que le encanta Italia por su gastronomía, pero sobre todo por "la forma de ser de la gente aquí, la libertad, la mentalidad y el espíritu abiertos, y el sentido de comunidad...".
