Sofía es una mujer valiente, una tía sin pelos en la lengua capaz de ganar Supervivientes, convertirse en una de las influencer más queridas de España o adoptar a todo ser viviente que se cruce en su camino. Pero, esa fortaleza y valentía se acaban cuando empieza a hablar su madre, Maite Galdeano.
Resulta irónico que la mujer que te ha dado la vida pueda a la vez hacerte cada vez más y más pequeña estando a su lado. Y es precisamente de estos sentimientos de desesperación y culpa, de lo que ha hablado Sofía durante su visita a De viernes. Corría el año 2015 cuando Sofía y Maite aterrizaban como un huracán en Telecinco para concursar en Gran Hermano y convertirse en dos pesos pesados del reality más longevo de Mediaset.

Desde el primer instante que pisaron Guadalix, supimos que la relación entre ambas no era la de una madre y una hija "al uso". Maite era la gallina "reina" que cuidaba de su polluelo tanto, que llegaba a asfixiarle. Todas le reímos las gracias a esta mujer de Pamplona que buscaba a un hombre millonario para su princesa y cuyo único objetivo en la vida era amasar una fortuna debido al oscuro pasado que había enfrentado.
Maite fue una mujer maltratada por su marido, se enfrentó a la muerte tras una brutal paliza y salió del Pozo gracias a la niña de sus ojos: Sofía. Solas, solas, solas y más unidas que nunca, madre e hija salieron adelante y consiguieron el sueño de la primera: alcanzar la fama en un país en el que, cuanto más "personaje" eres, más minutos de televisión te dan.
Pero, como todo en la vida, la fama también tiene un precio. Y Sofía lo ha pagado con creces, pues su madre siempre quería más, nunca era suficiente y si tenía que humillar a su criatura delante de toda España, lo hacía. "Desde muy pequeña ella siempre ha querido que sea la mejor, en gimnasia rítmica, en el colegio, en una certamen de belleza y luego en la televisión. Cuando no lo era estaba doblemente mal porque no había contentado a mi madre. Me ha hecho sentir mal porque no le parecía que estaba en mi mejor versión. Quiero valorar esa educación que me ha dado y sus valores en cuanto al deporte y la alimentación, pero sí yo iba al cole y todos tenían un bocadillo y yo una manzana".
El fin de una era
Sofía siempre aceptó a su madre, le dio un importante lugar en su casa y en su vida y jamás dejó que nadie se burlase de ella por su complicada e histriónica personalidad, fruto en parte, de los episodios traumáticos vividos en el pasado. Pero "la elegida De Dios" cometió un error. El error de tantos padres y madres que intentan proyectar en sus hijos sus sueños y frustraciones haciendo de ellos una prolongación suya. Un reto muy peligroso que puede dinamitar la relación familiar, como ha ocurrido con Sofía y Maite.
Sofía: Lo único que pido es vivir mi vida, ser libre. No pido más.
— 🍉💫 (@Iamjustagal) August 23, 2024
Me parte el alma verla así 💔 #FuerzaSofia #DeViernes pic.twitter.com/3JiLk5KFoQ
El pasado 4 de agosto, recién llegada de Supervivientes All Stars, Sofía estalló. La continúas críticas de su madre, su incapacidad de aceptar al hombre con el que comparte su vida (Kiko Jiménez) o sus ansias de protagonsimo, desataron la guerra en Villa Suescun.
"El peor dia de mi vida fue el 4 de agosto. Mi madre esos días no para de molestarme, entra una y otra vez a machacarme, primero con el concurso, 'porque lo has hecho fatal, porque tu novio esto y lo otro', siempre con un tono despectivo. Una y otra vez. Nada nuevo a lo que venia haciendo anteriormente. Hay un momento que me miro al espejo y digo esto que es, esto es una pesadilla, por qué tengo que estar viviendo esto siempre. Y digo 'ya esta no puedo mas', me hace un click el cerebro. Llorando con una ansiedad que no había sentido esto jamas. Llame a Kiko corriendo, el se tenia que ir a trabajar, se preocupó mucho por mi estado, mi madre me decía 'cuélgale a ese' y yo no podía mas, Kiko intentando mediar... Mi madre es una pared, de ahí viene mi frustración".
Sofía: no habré ganado supervivientes pero he ganado mucha vida.
— alitta (@RcPorta_) August 23, 2024
es TAN triste tener que irte a la otra punta del planeta para poder sentirte libre porque la persona con la que convives (y hace tiempo que no deberías) te está consumiendo, uf.#DeViernes pic.twitter.com/AGWrUuIy9k
Ese día, Maite llevó al límite a Sofía, quien se vio obligada a abandonar su propia casa para no provocar un conflicto mayor: "La tensión empieza a ser mas alta ella no para, yo no puedo más y tengo que irme de mi casa. Me voy a casa de mi hermano, él se asusta mucho, nunca me ha visto así. Él es consciente de que esta pasando algo grave, es testigo de cuántas veces se ha puesto así. No sé que le entra, ese endemoniamiento, no quiero reconocerla. Y pienso en el aguante aguante que tengo. Tengo un ángel o alguien que me guía a mantenerme firme, irme de mi casa y que no pase una desgracia. Me tengo que ir porque es inaguantable, ella se queda pensando que es un 'rebote', una pelea mas y no".
Sofía necesitaba respirar, estar tranquila en su hogar. Por eso le pidió a su madre que se marcharse unos días a su piso de la playa hasta que las aguas se calmasen. Para que Maite accediera, Sofía tuvo que mentir asegurando que estaba mal con Kiko y que se iba a separar: "Se va de inmediato, no sé si a celebrarlo, pero esa noche duermo con mi hermano".
"Me amenaza con quitarse la vida"
Sofía se derrumba varias veces en plató y a pesar de entender que el comportamiento de su madre jamás fue el apropiado, sigue defendiendo todo lo que ha hecho por ella, como la buena hija que siempre ha sido: "Contínuamente estoy juzgándome, ¿me tengo que sentir mal por estar bien? No quería saber nada de mi madre, me sentía mala hija por pensar eso. Tengo que pensar como ella diga siempre. Después del 4 de agosto ella sigue intentando hablar conmigo, yo la bloqueo soy muy radical, porque solo me va a echar cosas en cara. No quiero mas contacto no vamos a solucionar nada y va a ser un machaque desde la distancia y necesito desconectar".
Otra cosita que me gustaría resaltar de la entrevista de Sofía es lo importante que es reivindicar que se deje de estigmatizar el acudir a una persona experta que sea capaz de darnos las herramientas necesarias para resolver el cacao que tenemos en la cabeza.
— alitta (@RcPorta_) August 23, 2024
No Maite, ir al… pic.twitter.com/ab5Ckas3fa
La influencer sigue justificando su decisión asegurando que "ella iba a desconectar en su pisazo, me duele que echa en cara lo del piso también... Es un piso decorado con todo el amor Kiko y yo y para ella nunca nada es suficiente. Ella al ver que yo desconecto empieza a calentarse y a lo largo de los días coge el teléfono una noche y empieza a hablar a cámara y decir todo lo que dijo. Yo no me lo podía creer, tenia que dar la cara, no quería tratar este tema en la tele pero me veo obligada".
Sofía continúa explicando que, tras varios días en la playa, su madre también explotó: "Ella pasa por un montón de picos desde desearme lo peor, que no es nada nuevo porque ella chantajea un montón, en el trayecto del viaje va siendo consciente y chantajea.. es con ella o contra ella. Si no estoy con ella su vida no tiene sentido. Me amenaza con quitarse la vida si no estoy con ella, se lo cuenta a varias personas. Ella amenaza con eso que me parece muy grave".
El día que Sofía Suescun abrió los ojos
A veces, el amor no es suficiente y Sofía lo ha aprendido a base de duros golpes. Con una entereza digna de admiración, la reina de los realities explica que su madre jamás se ha preocupado en conocerla de verdad: "Se cree que soy tonta porque he pasado por muchos momentos en los que no he podido dar mi opinión real porque sabia que me lo iba a pisotear, me he callado muchas veces por miedo a lo que pueda hacer con mis sentimientos, tiene que saber que no soy tonta que tomo decisiones y tengo opiniones propias".
Sofía tiene claro que la única solución ahora mismo es la distancia, pero su madre no está dispuesta a alejarse de su hija y el pasado 13 de agosto vuelve a la carga presentándose sin dormir en su casa, tras pasar siete horas conduciendo desde Murcia: "Ella insiste en que tiene que estar en esa casa todo tiene que volver a la normalidad, todos tenemos que tragar. Y con todos estos chantajes emocionales mas amenazas que no pienso reproducir, con todo ello viene a casa sin que nadie le espere, saltándose todas mis decisiones y todas mis normas. Viene sin dormir pegándose siete horas de viaje, con una ataque de nervios desquiciada por mí, no se que pretendía, no entiendo que esperaba en ese momento o es que no es consciente de lo que esta pasando".
Este capítulo termina con la policía en casa de Sofía, quien termina denunciando a su madre por miedo a que cometa una locura: "Me recomiendan poner una orden de alejamiento, se dan cuenta de que mi madre no esta bien. Esta poseída por el odio, ellos mismos dicen 'guau'. Pongo esa medida para que no vuelva a pasar esto porque con el antecedente de esas amenazas tengo un miedo que jamas he sentido. Nunca había estallado esto tanto, siempre lo desviaba hasta que ha explotado, ya no va a pasar mas".
El salvavidas de Sofía, Kiko Jiménez
Sofia reconoce haber frenado un futuro con Kiko por miedo a Maite: "Me encantaría ser libre, que me pida matrimonio pero... pensaba 'esto no puede verlo mi madre', yo siempre ocultando para que no se desencadene todo esto que ha pasado. Si no llega a ser por mi madre quizás le habría dicho que sí me casaba". A pesar de todo, Kiko siempre ha respetado y apoyado a Sofía en todas sus decisiones.
"Me da mucha vergüenza cómo ha tratado a Kiko. Me parece muy injusto porque Kiko no os imagináis la de tragaderas que tiene, cuanto ha sufrido. Al principio te cabreas ante una situación así, luego yo "lo educo" mal a tener que normalizar eso, 'no le des importancia, déjala, no la tomes en serio, no entres'... Culpa mía de haberle hecho complice de esta situación. En absoluto me siento anulada por Kiko, el famoso efecto espejo de todo lo que ella ve en Kiko es lo que realmente es ella. El manipular, el narcisismo que dice que tiene Kiko. Me duele que me pregunten si soy una mujer sometida por mi pareja, en absoluto, Kiko ha sido una víctima mas de esta historia, un apoyo para mí. Eternamente le estaré agradecida y he vivido con el situaciones super duras, de las cosas mas heavys que me han pasado ha sido a su lado, cualquier persona no lo habría aguantado, el ha estado siempre ahí apoyándome y ayudándome, ojalá hubiese 7000 kilos en el mundo. Con este tipo de comentarios imagina el dolor que me produce, Kiko no se merece ese trato", ha explicado con lágrimas en los ojos.
Y concluye su alegato a favor de su novio asegurando que "el hecho de tener que hacernos dos casas es una locura, habría sido mas fácil hacer una casa, pero él siempre se ha adaptado a mi situación y me ha respetado. En estos años... nunca hemos hablado de vivir solos por ese miedo a que pasara lo que ha pasado. Ella no me iba a escuchar, jamas iba a aceptar lo que iba a decir, nunca he sido valiente (...) Ella solo esta preocupada en que gane dinero y a ver a que millonario me acerco. También tiene otros problemas pero no me voy a meter en esto, no quiero arrepentirme de algo que pueda decir en caliente".
La única solución es pedir ayuda
Sofía quiere a su madre y lo demuestra hablando de ella sin insultos, amenazas o desprecios. Sofía quiere retomar el contacto con su madre, vivir una vida normal y comer juntas los domingos. Lo que Sofía se niega a aceptar es volver a coger el rol de "hija sumisa" mientras su madre hace y deshace con su vida lo que quiere.
Sofía está dando una lección de madurez y de plenitud descomunal.
— TOPI 🙂 (@holasoytopi) August 23, 2024
Darse cuenta de que ha normalizado cosas que no debería y ser capaz de abrirse en canal, y compartirlo públicamente, es de ser muy valiente. Normalicemos que la familia no siempre conviene.#DeViernes#ÁnimoSofia pic.twitter.com/DPy7s8YKCA
"Me da mucha pena ver como empezó todo porque a pesar de todo es mi madre, quiero creer que esto puede tener solución en un futuro, podamos contarnos, apoyarnos, no dejo de agradecerle todo lo que ha hecho por mí. Me da pena ver esas imágenes pero también me doy pena a mí con esas llamadas de atención, no soy consciente pero al final mi subconsciente hablaba, lo decía ·'déjame en paz' pero ella pisoteaba todo lo que decía", comenta Sofía, haciendo una petición a su madre desde plató: Que pida ayuda.
"Le pido a la gente que no tenga miedo, la vida es muy corta como para que la viva otra persona por ti, con valentía todo se consigue. Mi madre necesita ayuda psicológica. Tiene que pasar tiempo, será un proceso largo, pero tiene que empezar cuanto antes, encontrar a alguien que le dé pautas para cambiar. Hasta que no reconozca que tiene un problema obsesivo y tóxico conmigo no se va a solucionar".