Esta semana en La Promesa, la popular serie que sigue cautivando a nuestro público, nos sumergimos en una trama llena de emociones intensas y decisiones difíciles. Alonso, uno de los personajes centrales, enfrenta un doloroso dilema tras la abrupta decisión de su esposa de terminar su relación. Desconcertado y sin entender completamente los motivos, Alonso busca consuelo en su hijo, quien, a pesar de sus intentos, no logra mediar entre sus padres de manera efectiva.
Paralelamente, Petra queda completamente sorprendida al descubrir que Teresa ha decidido seguir adelante con su vida, dejando atrás el recuerdo de Feliciano y contrayendo matrimonio con otro hombre. Esta noticia provoca un fuerte impacto en Petra, quien no logra comprender cómo Teresa ha podido superar tan rápidamente la pérdida de su anterior amor.
En un esfuerzo por proteger a Pía, Rómulo y Manuel toman la decisión de mantenerla en la cabaña, asegurándose de visitarla con regularidad para garantizar su bienestar. Mientras tanto, Salvador enfrenta una difícil decisión sobre si aceptar la oferta de convertirse en el primer lacayo, aconsejado por María Fernández, quien le insta a reflexionar cuidadosamente antes de dar un paso tan importante en su vida.
Simona, por su parte, atraviesa un momento de profunda tristeza tras la partida de su hija. Sin embargo, Lope, siempre atento, intenta levantarle el ánimo con una sorpresa que promete cambiar el tono de su día. Martina regresa de una merienda en casa de la duquesa de Cerezuelos con una sonrisa en el rostro, pero detrás de su aparente felicidad se esconde un oscuro secreto que la atormenta.
En un momento de franqueza, Curro confiesa a Jana que sigue enamorado de Martina, aunque su relación parece estar destinada a enfrentar numerosas complicaciones. Por otro lado, Alonso finalmente acepta que Pelayo se quede en La Promesa, aunque la bienvenida que le ofrece está lejos de ser cálida.
Martina, visiblemente angustiada, descubre que ha perdido uno de los pendientes que su madre le había prestado, y se disculpa profundamente con ella, consciente del valor sentimental de la joya. Mientras tanto, Vera reafirma a su madre que no tiene intención de regresar a casa, y Teresa, con nuevas esperanzas, solicita a Rómulo un empleo tanto para ella como para su esposo. Ante esta situación, los mayordomos persuaden a Petra para que contrate a Teresa en lugar de Virtudes.
Después de una profunda reflexión, María Fernández permite que Salvador acepte la oferta laboral, quien de inmediato comunica su decisión a Rómulo. Este último, en un gesto de sinceridad, señala a Jana que ha llegado el momento de hablar abiertamente sobre su relación con Manuel.
La tensión aumenta cuando Manuel, acompañado por su madre, asiste al teatro, solo para regresar y encontrar a Alonso decidido a confrontar a su esposa. Con una firmeza inesperada, ella revela que está al tanto de su infidelidad con María Antonia, lo que desata una crisis matrimonial sin precedentes.
La confesión de Cruz a Alonso agrava la situación, sumiendo su matrimonio en la peor crisis que han enfrentado hasta ahora. Mientras tanto, Petra sigue sin poder aceptar el regreso de Teresa, luchando por entender cómo ha podido superar tan rápidamente la pérdida de Feliciano. Sin embargo, un rayo de esperanza surge cuando alguien llega a La Promesa con noticias sobre el pendiente perdido de Margarita y Martina.
En medio de todo esto, Manuel permanece ajeno al sufrimiento de su madre, pues su mente está ocupada con la situación de Pía. Vera, por otro lado, sigue preocupada por la insistencia de su madre en buscarla en La Promesa, compartiendo su angustia con Lope, quien intenta ofrecerle consuelo en medio del caos emocional que se desata en la hacienda.
