En Gran Hermano ya hemos vivido las primeras nominaciones dobles y dos expulsiones falsas que solo han servido para confundir a los concursantes. Vanessa volvió a la casa grande esperando que le metiesen un italiano buenorro y acabó en la casa secreta con su marido, las mellizas bieloturcas y Bustamante. Vale, en realidad se llama Jorge, pero es que entre los llantos del primer programa, las historias surrealistas y sus 27 enamoramientos al día, solo le falta cambiar el uniforme militar por el mono de pintor para ser clavadito al extriunfito. Todo esto sin mencionar que Jorge, aquí donde le veis, tan caballero señorial, anda ligando con toda la casa aun entrando a la casa con novia. Nada nuevo en el microuniverso de Guadalix.
La segunda gala transcurrió sin grandes sobresaltos. Entre anuncio y anuncio pudimos ver a María José Galera perdiendo los nervios por culpa del hermano de Maica, quien afirmó que Laura le tenía celos, que son puñales que se clavan, a su sister. Galera le dijo que estaba muy confundido y que su hija era una diva preciosa que no necesita fijarse en lo que hace el resto para brillar. Pero, lo cierto es que Laura está siempre pendiente de Maica y viceversa. Porque a la segunda casi le da un parraque cuando su compañera no le devolvió lavado el pareo que le había prestado con toda su buena fe.
"Si no me lo quieres lavar vale, pero por lo menos dámelo en la mano, ten respeto con una cosa que es mía, que lo has llevado ahí todo sudado... A lo mejor lo ha hecho inconscientemente lo del pañuelo, no digo que me esté buscando, pero, ¿por qué a vosotras os devuelve las cosas en la mano y a mi no?", decía Maica super dolida por su pobre pareo. Puede parecer exagerada, pero esta joven tan responsable le hace una prueba a todos sus churros para descartar enfermedades sexual**. Una adelantada a su época, no cabe duda.
Y es que Maica otra cosa no pero, ¿limpia? Limpia es un rato. Tanto que lamentó no haberse llevado su propia fregona porque pretenden que frieguen el suelo del baño con el mismo mocho que el suelo del salón y eso antihigiénico, insalubre y asqueroso, según la concursante porque, las bacterias del baño no son las mismas que las del salón. Por más que limpia Maica, más desgracias relacionadas con la higiene llegan a su vida. Gente que no le devuelve sus cosas lavadas y planchadas, moscas que te comes sin darte cuenta y parásitos, muchos parásitos astrales.
¿Qué son los parásitos astrales?
Para la mosca que se comió por accidente, Maica exigió al Super que le trajese un comino negro, que por lo visto, te limpia el cuerpo entero. Maica, muy agobiada, pedía una desparasitación completa para eliminar posibles bacterias traídas por la mosca. Como si fuese un Yorkshire Terrier, pero sin serlo. Para las malas energías que se respiran en Guadalix, Maica utiliza otro truco infalible que ella misma ha creado. La patente todavía no la ha vendido, pero oye, habrá que estar atentas...
Después de esfoliar a todos sus compañeros con una mascarilla de miel y café cosecha de su propio cerebro, porque ella la miel no se la come, "es el vómito de las abejas". Pero ponérsela en la cara es sanísimo y muy efectivo para eliminar arrugas, estirar la piel y disfrutar de un cutis de infarto. En el terreno de las malas energías, la concursante asegura que Guadalix está cargado de tensión como los tres Reyes Magos de regalos. Por eso, Maica ha creado un perfume muy especial y cada día echa un par de flus en su cama antes de dormir haciendo haciendo la cruz de Cristo con la estela de su aroma.
Porque Maica necesita deshacerse cuanto antes del parásito astral que se le ha metido en el cerebro. Pero, ¿qué es un parásito astral? Me preguntaba ayer entre anuncio y anuncio... Pues resulta que el origen de los parásitos astrales se encuentra en los pensamientos negativos que se distribuyen por todas partes y no desaparecen nunca. Las energías negativas se alimentan por todos los pensamientos que se crean en la mente humana, que van llenos de emociones e intenciones negativas.
Todos las energías puede ser positivas o negativas, éstas energías negativas generadas por una sola persona, pueden generar negatividad en otra o incluso a grupos de enteros de personas. Estas entidades astrales se pueden encontrar en innumerables ambientes o lugares que se alimentan de nuestra luz a través de nuestra aura. Pueden encontrar su fuente de alimentación en nuestros miedos, desesperación, ira, resentimiento...