Lady Di: el `vestido de la venganza´ que lo cambió todo

Se cumplen 28 años desde que la princesa Diana de Gales decidiera estrenar un diseño que marcaría un antes y un después en la historia de la Familia Real británica.

Hace casi tres décadas de aquella calurosa tarde de verano en la que Lady Di disfrutó como nunca antes lo había hecho de su merecida fiesta de aniversario. El 1 de julio de 1994 la todavía mujer del príncipe Carlos de Gales celebró junto a su círculo más cercano el que por entonces era su 33 cumpleaños; un aniversario que sin duda será recordado por los polémicos hechos que tuvieron lugar durante las horas previas a esta fiesta. Y es que tan solo dos días antes, Carlos y Diana protagonizaron sendos acontecimientos que marcarían un antes y un después en la historia de la Familia Real británica, y que harían que su relación no volviera a ser nunca la misma.

Diana y Carlos de Gales - Gtres

El 29 de julio de 1994 será recordado sin duda como uno de los días más negros de la historia de la Corona británica. Fue el día escogido por el príncipe Carlos para confesar ante el mundo entero que había sido infiel a la princesa Diana de Gales durante su matrimonio. Cabe recordar que a pesar de que ambos anunciaron su separación en diciembre de 1992, no fue hasta agosto del año 1996 cuando firmaron oficialmente su divorcio. Ese fatídico 29 de julio fue el día elegido por la Corona para que tuviera lugar la emisión de Carlos: el hombre privado, el papel público; un documental con el que se trataba de conmemorar el 25 aniversario de la investidura del hijo mayor de la reina Isabel II como príncipe de Gales. Aunque el objetivo oculto del mismo no fue otro que el de tratar de mejorar su imagen ante el pueblo británico tras años de escándalos y especulaciones sobre su débil papel como esposo y como heredero al trono. Una misión que asumió su amigo y periodista Jonathan Dimbleby, que trabajó durante 15 largos meses para tratar de mostrar una visión más atractiva del príncipe Carlos.

Carlos de Gales - Gtres

Sin embargo, el intento de lavado de imagen del príncipe Carlos no consiguió obtener los resultados esperados. La cadena ITV fue la encargada de transmitir la entrevista y reportaje que hicieron que millones de británicos no pudieran separarse de su televisor durante más de dos horas y media. El príncipe Carlos confesó entonces por primera vez ante el mundo que había cometido adulterio en su matrimonio con Lady Di; afirmando que había cumplido con la promesa de fidelidad que había hecho a su esposa en julio de 1981, pero solo “hasta el momento en que estuvo claro que el matrimonio era un fracaso irreversible". Una frase que supuso todo un escándalo nacional y que zarandeó los cimientos de la Familia Real británica. Con lo que no contaba entonces el príncipe Carlos es con la particular venganza que tenía preparada su todavía mujer para la ocasión, la cual había diseñado cuidadosamente haciendo gala de su gran perspicacia e inteligencia.

Diana de Gales - Gtres

La misma noche del 29 de julio de 1994 la princesa Diana de Gales se había comprometido a acudir a un evento benéfico que tuvo lugar en la Serpentine Gallery, situada en los Jardines de Kensington. Según confesaría años más tarde su mayordomo, Paul Burrel en Secrets of the Royal Dressmakers, emitido por la cadena británica Channel 5: "El príncipe de Gales había decidido que iba a contarle al mundo que había cometido adulterio con Camilla Parker Bowles en la televisión pública. Así que Diana me dijo: 'No puedo ir. No puedo dar la cara sabiendo lo que Carlos acaba de decir”. Finalmente, no solo decidió acudir a esta cita, sino que decidió hacerlo luciendo un estilismo que marcaría un antes y un después no solo en su forma de vestir, sino también en la historia de la Familia Real Británica. La princesa Diana de Gales decidió romper con las normas de protocolo de la Casa Real británica y se enfundó un elegante y atrevido vestido negro diseñado por Christina Stambolian (el color negro solo debía usarse para asistir a funerales).

Diana de Gales - Gtres

Se trataba de un diseño formado por un corpiño fruncido y un escote bardo, con el que además de estilizar su figura dejaba al descubierto sus largas piernas y estilizados brazos; rompiendo con otra de las reglas del protocolo que instaban a que dichas zonas permanecieran siempre cubiertas en este tipo de actos. La falda dejaba a la luz sus prominentes rodillas y disponía de diferentes aberturas y detalles drapeados a lo largo de la misma. La princesa Diana combinó este sensual diseño con unas medias negras transparentes, unos clásicos stilettos en la misma tonalidad y una gargantilla de perlas con un enorme zafiro en el centro. Esta lección de estilo fue la primera demostración de cómo Diana consiguió hacer de la moda una de sus mejores herramientas para comunicar.

Diana de Gales - Gtres

Todo un atrevimiento con el que Lady Di hizo historia, y que dio lugar a una gran transformación en lo referente a su estilo. Varios expertos consideran que, desde aquella aparición, el vestuario de Diana empezó a cambiar. La princesa comenzó entonces a mostrar una imagen más atrevida y sensual, decantándose por un estilo más distinguido. Sus vestidos comenzaron a ser más ceñidos y empezó a llevar tacones con más frecuencia. Según el prestigioso diseñador David Sassoon: “Sus faldas se acortaron, su ropa comenzó a ser cada vez más sexy y Diana se convirtió en la rutilante y glamurosa princesa que hoy recordamos”. El hecho de que Lady Di decidiera romper con lo establecido justo el día en el que su marido hacía pública su infidelidad hizo que con el paso de los años este famoso diseño fuera apodado como vestido de la venganza.

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