Todas estamos de acuerdo en que la manicura es un complemento más de nuestros estilismos. Hay una gran variedad, para todos los gustos, desde minimalistas a las más llamativas al más puro estilo Rosalía. Todo vale. Sin embargo, las royals del momento tienen ciertas limitaciones a la hora de elegir su diseño. No hay que olvidar que el protocolo limita sus elecciones y que en muchos casos no pueden llevarlas con colores vibrantes. Es por eso por lo que los tonos neutros son los que lucen en la mayoría de las ocasiones para elevar sus looks con discreción y elegancia.

Teniendo claro esto, las reglas están para romperlas. Máxima de Holanda ha desafiado las normas y luce de manera habitual las uñas pintadas en tonos oscuros, aunque su idilio por el rojo es de otro mundo. Se siente cómoda y segura con él, incluso apuesta por labiales de esta tonalidad, técnica beauty que no hacen la mayoría de las royals.
Si nos adentramos en la simbología del color, el que Máxima apueste por este tono no es casualidad. La mujer del Guillermo de Holanda demuestra en cada aparición pública seguridad y fortaleza, valores que trasmite el rojo. Con esta elección, tan atrevida dentro de este ámbito tan estricto como es la realeza, la reina de los holandeses transmite alegría, entusiasmo, vivacidad y, por supuesto, fuerza.

No ocurre lo mismo en el caso de Kate Middleton. La mujer del príncipe Guillermo derrocha elegancia a la vez que discreción con sus estilismos. La princesa de Gales sigue una normativa británica que, quizás, es más estricta que en otras Casas Reales europeas. El sentido de la disciplina es algo que la reina Isabel inculcó a todos los miembros de la Familia Real británica antes de que muriera el pasado 8 de septiembre en el Castillo de Balmoral. De hecho, si bien la monarca podía pintarse los labios en colores llamativos como el fucsia, no ocurre lo mismo con la Princesa, que siempre se decanta por tonalidades nude para pasar desapercibida, dejando el protagonismo a sus atuendos perfectamente elegidos para cada ocasión.

Volviendo a las uñas, Kate Middleton las lleva cuidadas, sin cutículas y con un leve esmalte transparente, completamente al natural. Sí que las ha lucido en tonos rojizos en los pies y mucho antes de que Meghan Markle protagonizara distintos titulares al lucirlas en color negro en diciembre de 2018 durante la gala de los Fashion Awards en Londres. Aquella ocasión rompió con el protocolo y la repercusión no tardó en llegar. Por aquel entonces, estaba embarazada de su primer hijo, Archie y la fotografía acariciándose su incipiente barriguita en la que se pudo ver cómo llevaba las uñas dio la vuelta al mundo.
Quien también continúa apostando por la discreción es la reina Letizia. La consorte sí que las ha llevado rojas, precisamente el día que el rey Felipe VI impuso a su hija, la princesa Leonor, la Orden del Toisón de Oro el día de su 50 cumpleaños. Todas las miradas se posaron en sus coloridas uñas, algo poco habitual. Letizia lució una perfecta manicura Rouge. La monarquía española parece tener menos restricciones sobre el color de uñas de las mujeres de la realeza, aunque en cierto modo casi todas siguen ciertas pautas de estilo en la que dominan los tonos neutros. En este caso, Letizia sí puede permitirse ciertas licencias y lucirlas oscuras a diferencia de Kate Middleton. Incluso doña Sofía también se ha atrevido con el color que trae de cabeza a las royals: el rojo.
La princesa Diana, eterno icono de estilo y elegancia en estado puro, también se atrevió a pintar sus uñas en un fucsia que iba a juego con su vestido de gala. Considerada como la princesa rebelde, Lady Di rompió en varias ocasiones el protocolo, algo que hacía enfurecer a la reina Isabel II, fiel amante de los pintauñas nude. De hecho, el color preferido de la difunta monarca era el Ballet Slippers de Essie. Un color ligeramente rosado la Reina utilizó desde el año 1989.