En una jornada marcada por la elegancia sobria y la discreción, la reina Letizia ha dejado claro una vez más que la moda no tiene que ser necesariamente efímera. Este 18 de diciembre, en la reunión anual del patronato de la Fundación Princesa de Girona, la consorte de Felipe VI ha revivido uno de sus conjuntos más aclamados, un look que ya se había ganado la admiración de las expertas en su primera aparición hace cinco años.
Un look que se reafirma: el poder del rojo y las flores
El conjunto que Letizia eligió para esta reunión es una de esas combinaciones que no dejan indiferente a nadie. La blusa roja, con un cuello a la caja adornado con fruncidos, se ha consolidado como uno de los favoritos de la Reina, gracias a su corte limpio y su color vibrante. A este diseño de Hugo Boss lo acompañó una falda midi negra, pero con un toque floral: el estampado en tonos rojos y blancos le da un aire refrescante y, a la vez, sofisticado.
El hecho de que Letizia haya decidido repetir estas piezas es un claro indicativo de que no solo sigue confiando en sus elecciones pasadas, sino que también sabe cómo adaptarlas para que nunca pierdan su encanto. De hecho, este look ha generado más de un suspiro entre los amantes de la moda, quienes no dejan de alabar la capacidad de la royal para transformar lo clásico en algo atemporal.
Este dúo ya lo lució en noviembre de 2019, durante un acto relacionado con el XVI Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española en Sevilla. Aquel día, la falda, que en ese momento causó un gran alboroto por su diseño audaz, no tenía firma confirmada, lo que alimentó aún más la especulación mediática. Con el paso del tiempo, sin embargo, se reveló que la autora de esta pieza tan llamativa era la renombrada Carolina Herrera.
Podríamos afirmar sin ápice de duda que es una de las marcas predilectas de la reina. Sus prendas, siempre sofisticadas y elegantes, se adaptan a la perfección al estilo de Letizia, quien ha demostrado que sabe combinar la alta costura con la funcionalidad. En esta ocasión, la falda, con su estampado floral que fusiona modernidad y clasicismo, refleja la esencia de la casa de moda: piezas que no pasan desapercibidas pero que, al mismo tiempo, mantienen una discreta elegancia.
Adaptaciones sutiles: el toque de distinción de 2024
A pesar de la repetición del conjunto, Letizia ha demostrado una vez más su destreza para darle un toque renovado a un look ya conocido. El cinturón, por ejemplo, ha sido uno de los elementos que ha cambiado este año. Si en 2023 había optado por un diseño más fino y elegante de Burberry, esta vez ha elegido un cinturón de Hugo Boss, más grueso y con una hebilla cuadrada que refuerza el estilo de la prenda.
Otro detalle que ha cambiado con respecto a la última vez es el calzado. La Reina, quien desde su lesión en el pie en abril de este año ha evitado los tacones altos, ha optado por unos más gruesos, cómodos y estables, en lugar de las botas de ante de tacón fino que eligió el año anterior. Por último, en cuanto a las joyas, ha querido añadir un guiño de lujo muy sofisticado. Se trata de unos pendientes Needle I am de la joyería Gold & Roses una pieza que combina oro rosa, diamantes y rubíes. Valorados en 1.860 euros, estos pendientes añaden un brillo sutil que eleva el conjunto sin que resulte excesivo.
El regreso de este conjunto es una lección sobre la versatilidad y atemporalidad en la moda. No se trata solo de llevar prendas caras o de lujo, sino de saber qué piezas elegir y cómo transformarlas con pequeños cambios. La Reina Letizia ha demostrado que se puede ser moderna sin renunciar a lo clásico, y que un atuendo bien elegido puede seguir funcionando con el paso de los años.
