¿Cuánto más te laves el pelo, más se te ensuciará? Seguro que has oído esta frase más de una vez, sobre todo si comentas que lo haces con frecuencia, pero crees de verdad el hecho de distanciar los lavados regula la producción de grasa.
Hoy te contamos todo acerca de estos mitos y realidades sobre el lavado de la melena.
Cuando el remedio es peor que la enfermedad
"Retrasar el lavado solo conduce a la acumulación de grasa y descamación que se producen diariamente en nuestro cuero cabelludo. La secreción sebácea en la glándula del folículo piloso es diferente en cada persona y responde a estímulos nerviosos y hormonales", explica Virginia Velasco, responsable de la Unidad de Tricología de la Clínica Doctor Morales Raya.
Ojo con la técnica
"Aplica el champú en la raíz, la parte que más se engrasa, con un suave masaje para activar la circulación sanguínea del cuero cabelludo. Con la misma espuma, lava el resto de la melena. Aclara el pelo con agua de tibia a fría para que brille más", aconseja Charo García de Ilitia Beauty & Science.
¿Y el champú?
"Cada tipo de cabello requiere un champú específico y no tiene por qué ser el mismo en todos los momentos de la vida. Debemos adecuarlo a las necesidades de nuestro cabello, que a veces requiere un lavado diario", señala Cristian Valenzuela, dermatólogo y tricólogo en Instituto Médico Ricart Valencia.
Si te lavas el pelo cada día...
"Escoge una fórmula suave que arrastre la suciedad, pero no la protección natural del cabello. Si tienes el pelo teñido y el champú no es específico para cabello tratado, el color se apagará antes", afirma Raquel Saiz de Salón Blue by Raquel Saiz.
