Desde hace décadas Nicole Kidman se ha entregado a los retoques estéticos para mantener una imagen perfecta y joven y seguir en el candelero, no hay más que ver las fotos de la actriz para darse cuenta de los cambios estéticos en su rostro.
Aunque su actividad profesional está en pleno auge, ese cúmulo de decisiones sobre su piel están patentes en su rostro que ha pasado ya por todo tipo de tratamientos estéticos y se ha convertido en uno de los temas de conversación.
La ausencia de líneas de expresión en el rostro y de la más mínima arruga, puede ser un obstáculo en su oficio de actriz. Su piel luce como la de una muñeca de cera a sus 56 años.
Su belleza es indiscutible, pero parece moldeada a golpe de bisturí, ya que no tiene nada que ver con el rostro que lucía en los 80. Entonces mucho más imperfecta, tenía la cara más cuadrada y su rostro era mucho más relleno. Su belleza era muy natural, y no tenía unas facciones tan perfiladas como ahora.
La reconocida actriz, ha sido durante mucho tiempo un referente en el uso de bótox para combatir las arrugas faciales. En declaraciones propias, admitió haber recurrido al tratamiento en las últimas décadas, llegando incluso a reconocer un uso excesivo que se reflejaba en su impecable frente, sin la más mínima línea de expresión.
La fama de Kidman como adepta al bótox la llevó a convertirse, de manera injusta, en un icono del rechazo a este procedimiento. Sin embargo, detrás de esta aparente búsqueda de la perfección, lo que la actriz realmente perseguía era la excelencia en su imagen o tal vez simplemente, seguir recibiendo papeles de protagonista en el cine.
Después de enfrentar críticas y admitir públicamente, casi a modo de penitencia, que había abusado del bótox, Nicole Kidman parece haber encontrado un nuevo equilibrio en su vida estética, laboral y personal. Su trayectoria la ha llevado a superar el escarnio público y a redescubrirse, pero... ¿es posible renunciar al bisturí y seguir trabajando en Hollywood después de los 50?
¿Lo ha vuelto a hacer?
Recientemente, unas fotos de la actriz estadounidense han generado revuelo al mostrar su rostro ligeramente diferente mientras pasea por las calles de Nueva York, vistiendo un conjunto en tonos blancos y beiges.
Estas imágenes datan del pasado 9 de enero, cuando Kidman se dirigía a grabar su nuevo proyecto cinematográfico: Babygirl, una película que cuenta con la participación de destacadas figuras de la industria como Harris Dickinson y Antonio Banderas.
Aunque a primera vista podría pensarse que Kidman ha recurrido a procedimientos estéticos, todo indica que su transformación facial se debe a la caracterización para su papel en la película.
Hasta el momento, Kidman no ha realizado declaraciones al respecto, ni ha anunciado ninguna intervención facial, dejando en suspenso si realmente ha modificado su apariencia o si se trata de una ilusión óptica.
