Stefano Casiraghi y Carolina de Mónaco protagonizaron el beso más bonito, íntimo e inolvidable

En la primavera de 1985, la princesa y su esposo no sabían que alguien los estaba espiando...
carolina de monaco y stefano

Han pasado casi 200 años desde que Joseph Nicéphore Niépce tomó la primera fotografía de la historia, una vista desde la ventana de su laboratorio, y ahora damos por sentada la magia de un invento que ha impedido que su pasado se desvanezca en el laberinto de la memoria. También han pasado casi cuarenta años desde que alguien tomó a escondidas una foto de Stefano Casiraghi y Carolina de Mónaco que están a punto de besarse lejos de miradas indiscretas , una imagen que parece robada del set de una comedia romántica estadounidense, pero al mismo tiempo un momento terriblemente conmovedor y melancólico porque sabemos que este cuento de hadas no tuvo un final feliz.

Descripción de la imagen - © Giovanni Coruzzi

La imagen de la que hablamos es de un Stefano de 25 años y una Carolina de 27 mientras estaban en Saint Tropez. El 8 de mayo de 1985, el tiempo era maravilloso, el mar en calma, la temperatura agradable. Stefano estaba tratando de lograr una hazaña, como le sucedía a menudo, pero esta vez no era competitiva: quería involucrar a Carolina, con quien se casó dos años antes, en su pasión por el offshore. Increíblemente, encontrarse juntos estos dos rebeldes había puesto "la cabeza en su lugar" haciendo felices a sus respectivos padres. Sólo quedaba esa última pasión de la que no se podía apartar, aunque todos le dijeran que el padre de dos hijos, y luego de tres, debía cuidar mejor su vida. Parece que había decidido dejar de competir justo el día antes de su muerte, y por eso mismo, para terminar su carrera con una victoria, había empujado su velocidad. Pero mientras tanto, Stefano Casiraghi y la princesa Carolina iban a bordo de su lancha roja y blanca (foto abajo), ella tenía las manos en la cara como si estuviera impresionada por algo que dijo Stefano que, ya muy bronceado a pesar de que era primavera, parecía estar instruyéndola. sobre los secretos de las carreras como si fuera una niña.

@thealchemico Considered one of the most beautiful and yet, tragic love stories in royal history. In December 1983 Stefano Casiraghi and Princess Caroline Grimaldi were wed in a civil ceremony. Stefano died in a speedboat accident during a race on 3 October, 1990. #stefanocasiraghi #carolinedemonaco #legendarycouple #lovestory ♬ Only Love Can Hurt Like This (Slowed Down Version) - Paloma Faith

Aunque ya habían tenido a dos de sus tres hijos -Andrea y Charlotte-, Stefano Casiraghi y la princesa Carolina vivían una eterna luna de miel que aún continuaba en octubre de 1990, cuando Stefano fue víctima del fatal accidente en las aguas de Saint-Jean. -Cap-Ferrat. Su historia de amor comenzó en el mar y terminó en el mar. Según la leyenda, en efecto, el amor a primera vista los golpeó felizmente mientras, en el verano de 1983, navegaban en la lancha motora Baharet (35 metros), propiedad del constructor Francesco Caltagirone, entre Córcega y Cerdeña. Carolina, como sabemos, había tenido mala suerte en el amor. Tras el desastroso matrimonio con Philippe Junot había tenido fugaces aventuras con Robertino Rossellini con el tenista Guillermo Vilas. De ninguna manera: nadie había sido capaz de darle esa combinación de latidos y confianza que luego le dio la química con Stefano y que se puede leer en cada detalle de su lenguaje corporal. 

- GTRES

No se han dado cuenta del paparazzi que los está enmarcando, por lo que esta foto es un vistazo real a su vida privada. Los rostros muy cercanos, el que sonríe de verdad, no por las circunstancias como en las fotos oficiales, mirando esta foto sabemos como la miraba cuando nadie los veía. Incluso en su rostro, que está en penumbra y medio oculto, se ve la sonrisa que bordea ese visible trozo de mejilla. Él, con una camiseta blanca muy sencilla de Ellesse como las que vestían los chicos deportistas de buena familia en los años 80, la ha agarrado con fuerza por la cintura y parece querer llevarla a bailar un tango. 

Con la camiseta gris melange del Sporting Monaco St. Tropez, entrelazó sus brazos con los de su esposo como para evitar que terminara ese abrazo. Es quizás la foto más íntima y romántica de una pareja que, 32 años después del momento que los separó para siempre, sigue haciéndonos soñar con vivir un amor así.

Este artículo se publicó originalmente en Marie Claire Italia. Traducción y adaptación: Paula Manso. 

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