Protegernos del sol no es tan solo una "obligación" para evitar el daño cutáneo (como manchas o quemaduras), el cáncer de piel en España es un problema grave."Los carcinomas de piel en España tienen una tasa de incidencia de 47 casos por 100.000 habitantes", datos del año 2020 (según leemos en la web de la Asociación Española contra el cáncer). Los números dejan claro que es "una tendencia al aumento de la incidencia en los últimos años".

Las conclusiones a las que ha llegado la OCU tras un exhaustivo estudio de varios protectores solares
Aplicar el protector solar de forma constante es una de las fórmulas que tenemos a mano para evitar las consecuencias de las agresiones solares, pero no todas las fórmulas son válidas. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado un intenso estudio centrado en 14 protectores solares SPF 30 y 15 protectores SPF 50 y 50+ que han concluido en una alerta: "la presencia, en algunos de ellos [en referencia a los protectores solares], de elementos químicos como el octocrylene y el homosalate".
Como leemos en la propia web de la OCU, "el octocrylene, es otro protector solar químico ya cuestionado en el pasado por su alto potencial alergénico. El Comité Científico para la Seguridad de los Consumidores de la Comisión Europea considera que su uso es seguro cuando se encuentra en concentraciones inferiores al 10%, por lo que se fija ese porcentaje como límite legal. Sin embargo, en un reciente estudio se ha descubierto que octocrylene puede degradarse hasta convertirse en benzofenona, una sustancia potencialmente disruptora del sistema endocrino, cancerígena y mutagénica".
Por otro lado, la OCU anuncia que el homosalate "es un filtro ultravioleta (UV) del que se sospecha que sea un disruptor endocrino. Legalmente, el homosalate puede utilizarse en una concentración de hasta el 10%. Sin embargo, el Comité Científico de Seguridad de los Consumidores de la Comisión Europea (SCCS) ha determinado recientemente que este filtro solo es seguro en una concentración máxima del 0,5%. Aunque las pruebas científicas no son concluyentes, algunos estudios sugieren que el homosalate puede interferir en el funcionamiento normal del sistema endocrino".
Los protectores solares que no pasan el filtro
Tras concluir el estudio citado anteriormente, los expertos han descubierto que ciertas cremas solares para niños contienen una alta presencia de estos químicos. Las fórmulas son las siguientes: Babaria Protector Solar para niños SPF 50+, Cien Infantil Spray Solar 50+, Cien Sun Cream Kids SPF 50+ y Ecran Denenes Leche protectora pieles sensibles atópicas 50+ Spray. Por ende, no se recomienda el uso de estas cremas.
Los especialistas siguen con su explicación y detallan que se "recomienda a los consumidores comprobar la ausencia de estos dos filtros químicos en los protectores solares. Porque, además, se da la circunstancia de que una misma marca puede tener productos con estos filtros y otros sin ellos". Sabemos que puede ser engorroso leer el etiquetado de los productos, pero es clave para saber qué estamos comprando.
Además, "en el caso de los niños, OCU recuerda la importancia de aplicar cremas o sprays de protección SPF 30 o superior, siempre que tengan al menos 6 meses. De 0 a 6 meses de edad ningún producto es capaz de proteger su piel de la radiación solar, por lo que hay que mantenerles siempre alejados del sol. De hecho, hasta los 12 meses, incluso con crema de protección, tampoco conviene exponerlos a la luz directa del sol".
Una experta farmacéutica nos explica cómo emplear el protector solar de forma inteligente
Independientemente de la edad que tengas, y de si tienes o no niños a tu alrededor, ser cuidados con el sol es esencial. La experta farmacéutica Piluca Barrau nos explica que "el simple hecho de aplicar protector solar una vez al día no es suficiente para mantener una protección adecuada. La reaplicación regular del protector solar es clave para mantener una protección efectiva. Recomienda hacerlo cada dos horas, especialmente si estamos expuestos directamente al sol, en la playa o la piscina. Además, si nos encontramos en la ciudad, donde la exposición a la radiación UV también es constante, debemos reaplicar cada cuatro horas".
Asimismo, no debemos olvidar la protección en días grises. La experta subraya que "nuestra piel está expuesta a los rayos ultravioleta (UV) incluso en días nublados o en ambientes urbanos. Estos rayos son capaces de atravesar las nubes y penetrar en la piel, causando daños a largo plazo, como el envejecimiento prematuro y el riesgo de desarrollar cáncer de piel. Además, la contaminación ambiental, presente en las ciudades, también puede contribuir a la oxidación de la piel y la aparición de manchas y arrugas. Por lo tanto, el uso regular y adecuado del protector solar es esencial para protegernos de estos peligros invisibles".

En pocas palabras, una aplicación constante, una exposición controlada, cubrir la piel y la elección de protectores que cumplan con la normativa establecida por los organismos oficiales son algunos de los seguros que tenemos a nuestra disposición para intentar evitar el daño que produce la radiación solar.