Guionista, directora de cine, actual presidenta del Real Patronato del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (desde 2020) y exministra de Cultura del Gobierno de España (entre 2006 y 2009), definir en pocas palabras a Ángeles González-Sinde no es tarea fácil.
Con obras como 'El comensal' (2022) en su trayectoria como directora y con la colaboración en series como 'Amar es para siempre' en funciones de guionista, la madrileña es una mujer inspiradora en muchos sentidos.

A sus 57 años, la exministra puede presumir de poseer varios Premios Goya (entre otros, el galardón a 'Mejor directora novel' en 2004) y su andadura en el universo de la cultura toca diversos palos, pese a que la industria cinematográfica es su punto fuerte. Como de costumbre, escuchar voces femeninas que sirvan de ejemplo es un verdadero placer, más cuando comparten sus conocimientos en un podcast como 'Saltos de eje', un programa especializado en el mundo del séptimo arte y el sector audiovisual.
En líneas generales, González-Sinde habla sobre la legislación del sector cinematográfico, la nueva ley del cine y la defensa de los derechos de autor. Asimismo, nos permite descubrir su gusto por las películas y las series y su visión de una industria que está atravesando una profunda metamorfosis.
El coloquio arranca de una forma brillante. La guionista hace referencia a los cambios de hábitos del consumidor. "Las series son cada vez más cortas y las películas más largas", detalla. No le falta razón, ahora los espectadores devoramos contenido sin parar a través de las plataformas de streaming y lejos han quedado las series de 22 o 24 capítulos de 50 minutos de duración.
El reinado de las miniseries es palpable en Netflix o HBO. La "voracidad" de los consumidores (térmico que emplea de forma magistral) nos ha conducido a "comer" series y películas como si fuesen hamburguesas de un restaurante de comida rápida. Disfrutas el manjar durante unos segundos y lo olvidas rápido.
Respecto al cine, alude a la imposición de la industria de Hollywood. Por suerte, explica que hay "mucho cine que se sale de ahí", en honor a olvidar un resultado efectista, y defiende el "relato más exquisito".
"No todo el mundo queremos ver 'Miércoles'"
En relación con las plataformas de pago, González-Sinde expone que son un "impulso" para la industria. En su caso, defiende el sistema que propone Filmin, aunque detalla que el algoritmo que manejan numerosas plataformas no es tan inteligente como parece. 'Iosi, el espía arrepentido', es una de sus principales recomendaciones, pero apunta la dificultad que tienen los espectadores para dar con estos títulos (que, personalmente, categorizaría como alternativos para el gran público) cuando las novedades mainstream invaden las portadas de plataformas de contenido.
Educar al consumidor no es un objetivo sencillo, pero las plataformas tienen parte de responsabilidad al diseñar un algoritmo que favorece las grandes producciones, en contra de obras con menos presupuestos, pero mayor calidad. Es una realidad, al final todos vemos las mismas series y películas, ya que si no te dedicas a rebuscar en el catálogo de la plataforma, es complejo dar con títulos que se desmarquen de lo popular.

Conforme avanza la conversación, la exministra aborda el tema de los derechos de autos. En relación con el repunte de la piratería, Ángeles explica que el problema con el contenido ilegal reside en que "está a disposición de todos", la solución recae en que los propietarios de esos contenidos encuentren la fórmula de protegerlos mejor, aunque afirma desconocer el origen exacto de este fenómeno.
La Ley Sinde, aprobada el pasado 2011 (que, entre otros puntos, abogaba por el cierre de páginas web que vulneren la propiedad intelectual y apostaba por la mano dura contra la piratería) ocupa un gran espacio en el programa, la madrileña detalla que "haría cambios" en ella. Explica que dicha ley ha logrado acabar con las multinacionales del disco, "que parecían un gran enemigo", pero que el resultado ha sido "crear otros monstruos con mucho más poder, como las grandes tecnológicas".
"La gente que genera cultura tiene que vivir"
El derecho a la cultura es fundamental, pero "la gente que genera cultura tiene que vivir", así que deja claro que "la cultura se debe remunerar". Como editora con experiencia, puedo añadir sin temor que ser dignamente remunerada por escribir es algo parecido a una utopía (a no ser que te puedas permitir hacerlo gratis, claro está).
En esta línea, es esencial que todos entendamos que el valor del trabajo cultural es el mismo que el de otros sectores, como el científico o el tecnológico. Al final, proteger al creador es lograr que "las ideas del ser humano tengan valor", como refuerza la directora.
Invertir en cultura es fundamental. González-Sinde explica que en su propio caso requiere incentivos económicos para dibujar su producción. El mecenazgo privado y las inversiones públicas deben convivir en un mismo espacio para que exista la variedad en el sector cultural. "Las instituciones públicas arriesgan más en cultura", ayudan a una producción menos "convencional", mientras que el dinero privado se suele quedar en apoyar a nombres ya consolidados.
"La cultura no es un bien como otro. No es un bien de intercambio como otro, se supone que tiene unos valores extra intangibles para cada sociedad", detallada. "Como tiene esos beneficios añadidos, debe ser algo que protejamos, que nos conviene seguir fomentando". La diversidad es esencial en este aspecto, tanto para los creadores como para los consumidores. Asimismo, alimentar el trabajo de la mujer en la industria cinematográfica (en todas las facetas) estimula la pluralidad y es fruto de los puntos acertados de la ley del cine.
"Es muy difícil legislar porque siempre
vas por detrás de la realidad"
Durante sus años como ministra, la madrileña se enfrentó a un duro enemigo: la legislación. "Es muy difícil legislar porque siempre vas por detrás de la realidad", añade a su discurso. Además, detalla que legislar es aún más complejo dentro del sector cultural, que "carece de estructuras sectoriales tan fuertes como en otros campos de la sociedad".

Las políticas culturales se enfrentan a una administración que "es muy poco ágil", y cambiarla es algo así como "mover a un elefante". De este modo, la guionista aclama que la innovación es uno de los principales frutos del avance cultura.
Los presupuestos de las televisiones públicas son otro punto de debate ardiente. La exministra compara las opciones económicas de las administraciones españolas en relación con las de otros países europeos y resalta la falta de presupuesto de RTVE respecto a la BBC o RAI. En pocas palabras, suma que "RTVE ha sido un garante de diversidad y un potenciador de relaciones con el exterior en general".
En el alegato final que sirve como despedida del podcast, la guionista afirma que la promoción de las películas es clave para alcanzar la diversidad que considera fundamental y declara que "prohibiría el doblaje". Si quieres adoptar algunos de sus consejos, acude a tu biblioteca más cercana y hazte con un título de Jean-Claude Carrière, como 'La película que no se ve', la exministra promete el acierto en nuestra próxima lectura.