Con la llegada del mes de septiembre, llega el momento de retomar hábitos y costumbres que parecían olvidados durante el verano. Esta vuelta a la realidad (y especialmente este año en el que septiembre significará el fin del teletrabajo para muchos) puede suponer un momento de estrés y cambio en la vida que puede tener reflejo en la salud, y por supuesto, también en la capilar, que durante los meses de septiembre y octubre puede ver una caída más acusada del cabello.
Aunque esta caída otoñal es algo natural, el cabello sigue unos ciclos de caída y regeneración que pueden coincidir con las estaciones del año, no hay una demostración científica que avale esta caída otoñal. Hay científicos que la atribuyen a cambios hormonales, pero lo que está claro es que es una caída que sufre el cabello para regenerarse posteriormente, por lo que dista mucho de la alopecia y no debería suponer un motivo de preocupación. Si hay algo por lo que se caracteriza la caída del pelo en otoño es por su patrón, ya que cae de forma generalizada, no se focaliza en ninguna zona en concreto, y suele durar unos 2 o 3 meses. Se trata de una caída repentina y difusa que suele finalizar por sí misma alrededor de noviembre.
Para recuperar el cabello tras el verano y prepararlo para el otoño, el doctor Javier Pedraz, director médico de Insparya Madrid, nos da las claves que nos ayudarán a tener un pelo fuerte y saludable durante la próxima estación:
Cortar el cabello y sanear las puntas del verano. Es necesario reparar el daño del verano. Este es un buen momento para ir a la peluquería y limpiar las puntas dañadas. Con un par de dedos es suficiente, pero también es la excusa perfecta para cambiar de look y renovar la imagen con la llegada de la nueva estación.

Cuidar la alimentación. Volver a la rutina puede ser el momento ideal para incorporar buenos hábitos alimenticios. Lo que comemos se transforma en nutrientes que el cabello recibe a través de la sangre y es mucho más importante que lo que recibe a nivel tópico. Es importante incluir en la dieta productos ricos en hierro (legumbres, hígado, mariscos de concha, espinacas), proteínas, (huevos, pescado, carne), ácido fólico, magnesio, yodo, zinc (cacao en polvo), las vitaminas del grupo B (B12 en la levadura de cerveza o el germen de trigo) y colágeno (gelatinas, algas marinas y algunas carnes). Con esta alimentación se fortalecerá la melena, aportándole brillo y un mejor aspecto. Es conveniente evitar el exceso de grasas y alcohol.
Evitar el calor excesivo en el pelo. En otoño se vuelve al uso del secador y también las tenacillas, planchas de pelo y demás utensilios. Es recomendable evitar su uso, ya que dañan las fibras, pero si no se puede evitar, se recomienda aplicar un protector térmico antes para proteger el cabello. En cuanto al secador, es bueno utilizarlo para evitar la humedad en el cuero cabelludo, pero siempre a una temperatura moderada y una distancia adecuada, y hay que evitar también el agua muy caliente en el lavado.
Masajea el cuero cabelludo. Al lavar el pelo, es recomendable masajear el cuero cabelludo suavemente con las yemas de los dedos. Esto ayudará a activar la circulación de la sangre, llegarán más nutrientes a la raíz y los folículos se oxigenarán mejor. Lo que hay que evitar es frotar el cuero cabelludo, al igual que en el secado con la toalla. Hay que realizarlo siempre con cuidado ya que el pelo húmedo es más frágil.