Fitness, natación, yoga… Puede que tu rutina deportiva sea muy completa (y con razón). ¿Pero te has planteado alguna vez potenciar tu musculatura? Los ejercicios con pesas sufren prejuicios, el primero de ellos un desarrollo excesivo de la musculatura en el cuerpo de la mujer. Biológicamente, el desarrollo de los músculos es más largo y complicado de obtener para nosotras que para ellos por lo que si prácticas de forma razonable y no sigues una dieta muy estricta, solo tendrás beneficios.
Hacer ejercicios con pesas, mancuernas o balones de peso o barras, no significa transformar tu cuerpo en el de una culturista. Puedes entrenar con poco peso, sesiones cortas y ganar los beneficios del entrenamiento con peso sin que tu cuerpo se desarrolle de forma exagerada.

¿Sabes que las tareas diarias y deportivas se desarrollan con una menor fatiga, la figura se vuelve más atractiva y la postura al andar es más recta en las personas que entrenan con pesas? Realizar ejercicios con pesas permite huir del famoso dolor de espalda, al actuar directamente en el desarrollo de las abdominales y de la zona lumbar, actuando en la zona de las caderas y contribuyendo al equilibrio de la columna.
Realizar ejercicios de musculatura permite además evitar enfermedades como la osteoporosis (al prevenir el derrumbamiento de la masa osea) y proteger las articulaciones. Tus riesgos de sufrir lesiones se verán notablemente reducidos, y por supuesto te será más fácil prevenirlas. Tu rendimiento deportivo será, en este sentido, más que positivo. Si practicas otro deporte, también será clave ya que al muscular de forma más intensa una zona del cuerpo serás más eficaz en algunos ámbitos.

El entrenamiento de fuerza, además de tonificar y definir los músculos, tiene un impacto muy positivo en la salud mental y física. Al igual que otras actividades físicas, trabajar la musculatura favorece la secreción de endorfinas, neurotransmisores conocidos como las “hormonas de la felicidad”, que ayudan a reducir el estrés y aumentar el bienestar general. Esto se traduce en una sensación de calma y satisfacción que puede durar horas después del ejercicio.
Además, varios estudios han demostrado que aumentar la masa muscular no solo contribuye a mejorar la estética, sino que también juega un papel importante en la salud a largo plazo, reduciendo los riesgos de enfermedades crónicas y limitando los riesgos de muerte prematura. El fortalecimiento muscular tiene beneficios adicionales como mejorar el sueño, ya que estimula la liberación de serotonina, la hormona del bienestar, que también facilita un descanso más reparador.
Por otro lado, el entrenamiento de fuerza es una de las mejores herramientas para regular la presión arterial, mejorar el equilibrio y la firmeza del cuerpo, lo cual es esencial para la prevención de caídas, especialmente a medida que envejecemos. Además, te ayudará a reducir el efecto flácido y a combatir la grasa corporal. Al aumentar tu masa muscular, tu porcentaje de grasa disminuirá, lo que te permitirá lograr una composición corporal más saludable y tonificada.
Otro beneficio clave es la mejora de la sensibilidad a la insulina, lo que facilita el control del peso corporal y previene el sobrepeso. Al trabajar los músculos de forma regular, no solo estarás trabajando para tonificar tu cuerpo, sino también para optimizar el metabolismo y proteger tu salud en general.
Eso sí, es fundamental ajustar los ejercicios a tu condición física actual para evitar lesiones y lograr resultados óptimos. Una recomendación clave es no sobrepasar las tres o cuatro series de 10 a 12 repeticiones por ejercicio. Deja siempre un tiempo de descanso entre cada serie, y un minuto es suficiente para la recuperación. Si buscas mejorar la quema de calorías y reducir la grasa corporal, el entrenamiento HIIT (High Intensity Interval Training) es perfecto para ti, ya que su enfoque de alta intensidad te permitirá quemar más calorías en menos tiempo y también ayudar a la tonificación muscular. Con esfuerzo y constancia, verás cómo estos ejercicios transforman tu cuerpo y tu salud.