Tanto la infanta Pilar como la infanta Margarita poseían un valioso joyero familiar que incluía piezas de lo más exclusivas. Pese a ser bastante discretas en sus apariciones públicas, las hermanas del rey Juan Carlos cuentan con un sinfín de joyas de gran valor para la familia. Una serie de alhajas que aún no tienen un destino fijo tras la muerte de la duquesa de Badajoz.
Una de las pertenencias de la infanta Pilar guarda consigo un gran significado. Se trata de la ‘tiara de zafiros’, una joya que aún posee un gran misterio sobre sí misma al tener un futuro incierto. La diadema puso el broche de oro en alguna ocasión a los looks tanto de Pilar como de Margarita, aunque finalmente se supo con el paso del tiempo que pertenecía a la condesa de Barcelona. No obstante, no fue la escogida por la propia Pilar para casarse ni por su hija Simoneta , que optaron por la ‘tiara rusa’ que a día de hoy ya forma parte del joyero real.
Pero la tiara de zafiros no solo ha pasado por la cabeza de doña Pilar. En una primera ocasión llevó su madre, María de las Mercedes de Borbón y Orleans, y aunque fue heredada por Pilar, también se la prestó a Margarita. No obstante, lo cierto es que la joya pertenecía íntegramente a la duquesa de Badajoz, por lo que tuvo la oportunidad de cedérsela a sus nueras. Algunas de las esposas de sus hijos que pudieron lucirla fueron Bárbara Cano en su boda con Bruno, y unos años más tarde se animó a lucir zafiros para darse el “sí, quiero” Laura Ponte en su boda con Beltrán. Eso sí, en esta última ocasión decidió lucirla girada para dar un toque de lo más original y ‘art decó’ al resultado final.
A día de hoy y tras el fallecimiento de la infanta Pilar el pasado 8 de enero, son varias las opciones que se barajan para que la tiara no quede en el olvido. Lo más normal sería que esta pieza formara parte de la herencia de la descendiente femenina de la hermana del rey Juan Carlos, Simoneta Gómez-Acebo, que podría regalársela a su hija, María Fernández-Sastrón. Pero lo cierto es que ninguna de ellas necesariamente tendrá que llevar una tiara salvo en ocasiones especiales como las bodas de Leonor y Sofía. Así que otra de las opciones viables también sería la de ofrecérsela al Rey para que forme parte del joyero real, como ya ocurrió con la ‘tiara Cartier’ o la ‘tiara rusa’, por lo que tal vez tarde o temprano podrían terminar luciéndola doña Letizia o la princesa Leonor.
¿Nueva tiara para Letizia?
La ‘tiara de zafiros’ de la infanta Pilar podría acabar formando parte del joyero real.

Propiedad de la infanta Pilar
La diadema puso el broche de oro en alguna ocasión a los looks tanto de Pilar como de Margarita, aunque finalmente se supo con el paso del tiempo que pertenecía a la condesa de Barcelona.

No fue la elección nupcial
Esta tiara no fue la escogida por la propia Pilar para casarse ni por su hija Simoneta, que optaron por la ‘tiara rusa’ que a día de hoy ya forma parte del joyero real.

Herencia familiar
En una primera ocasión llevó su madre, María de las Mercedes de Borbón y Orleans, y aunque fue heredada por Pilar, también se la prestó a Margarita.

Bárbara Cano
La nuera de Pilar también pudo llevarla el día de su boda con Bruno.

Laura Ponte
Unos años más tarde se animó a lucir zafiros para darse el “sí, quiero” Laura Ponte en su boda con Beltrán. Eso sí, en esta última ocasión decidió lucirla girada para dar un toque de lo más original y ‘art decó’ al resultado final.

De generación en generación
Lo más normal sería que esta pieza formara parte de la herencia de la descendiente femenina de la hermana del rey Juan Carlos, Simoneta Gómez-Acebo, que podría regalársela a su hija, María Fernández-Sastrón.

¿Nueva pieza del joyero real?
Otra de las opciones viables también sería la de ofrecérsela al Rey para que forme parte del joyero real, como ya ocurrió con la ‘tiara Cartier’ o la ‘tiara rusa’, por lo que tal vez tarde o temprano podrían terminar luciéndola doña Letizia o la princesa Leonor.
