Llenos de melancolía y recuerdos, hoy se cumplen 21 años desde que se celebrara el enlace matrimonial entre el príncipe Eduardo y Sophie Rhys-Jones. El 19 de junio de 1999, en la capilla de San Jorge en el castillo de Windsor, los royals sellaban su amor convirtiéndose así en uno de los matrimonios más estables de la Familia Real británica.
Muchos han sido los golpes que la reina Isabel II ha tenido que soportar debido a los diversos divorcios ocurridos dentro de la Corona. La princesa Ana de Mark Phillips daba por finalizada su relación en 1992. En 1996 y 15 años después de darse el ‘sí, quiero’, el príncipe Carlos y Diana de Gales anunciaban su divorcio. Ese mismo año, el príncipe Andrés y Sarah Ferguson se despedían de 10 años de matrimonio. Y, como la Casa Real no estaba dispuesta a vivir un nuevo escándalo amoroso, el príncipe Eduardo y Sophie prolongaron su noviazgo durante seis años antes de jurarse amor eterno.
A lo largo de este tiempo, Sophie se ha convertido en la nuera favorita de Isabel II, pero no siempre ha sido así, pues no empezó su vida dentro de Buckingham con buen pie. Su gran parecido con Diana de Gales provocó en la sociedad expectativas demasiado altas para ella e, incluso, llegaron a catalogarla como ‘la nueva princesa del pueblo’. Hasta la propia Lady Di llegó a comentar al fotógrafo Andrew Morton que "era una copia" y "se notaba que la monarquía estaba buscando alguien que la reemplazara rápidamente”.
Parecidos a parte, Sophie Rhys Jones se vio envuelta en una de las escasas polémicas de las que había sido partícipe, cuando un periodista se hizo pasar por un adinerado cliente de su agencia de relaciones públicas y la grabó hablando no demasiado bien de la familia real británica, incluida la Reina, Carlos, Camilla e incluso el entonces Primer Ministro Tony Blair. El escándalo la obligó a cerrar su empresa y dedicarse en cuerpo y alma a las actividades institucionales, además de intentar formar una familia, un objetivo que los Condes de Wessex no tuvieron nada fácil.

Con una de cal y otra de arena, la royal se convirtió en un gran apoyo para Meghan Markle. Cuando la ex actriz no pasaba por su mejor momento dentro de la Corona británica, Sophie Wessex fue el ejemplo perfecto de cómo enderezar un comienzo difícil en la relación con los Windsor y finalmente mantener una excelente relación con la Reina. Del mismo modo, tras el Megxit, la esposa del príncipe Eduardo rompió su silencio con la siguiente declaración: “Todos tratamos de ayudar a cualquier nuevo miembro de la familia. Solo espero que sean felices”.
Pese a todo, Eduardo y Sophie consiguieron hacerse un importante hueco dentro de la institución. Él representa a la reina Isabel II en los numerosos actos y ella no solo es patrona de más de 70 organizaciones benéficas, sino que viaja frecuentemente a países en vías de desarrollo o en conflicto. Actualmente, son dos de los miembros más respetados de la familia real y mejor valorados, especialmente por que son, junto con la princesa Ana, los que más compromisos llevan a cabo a lo largo del año dentro de la agenda oficial, muy por encima del duque de York o del príncipe Carlos.
Boda real
El príncipe Eduardo de Inglaterra y su esposa Sophie, condesa de Wessex, se casaron el 19 de junio de 1999 en la capilla de San Jorge en el castillo de Windsor.

Evitar los escándalos
Como la Casa Real no estaba dispuesta a vivir un nuevo escándalo amoroso, el príncipe Eduardo y Sophie prolongaron su noviazgo durante seis años antes de jurarse amor eterno.

La nuera favorita
Sophie es una de las personas de más confianza de la reina Isabel, pero no siempre fue así. El cierto parecido que tenía con Diana de Gales hizo que las expectativas de los británicos fueran demasiado altas y se la catalogara como una nueva 'princesa del pueblo’.

Un inusual despiste
El momento más difícil para la actual condesa de Wessex tuvo lugar en 2001, cuando un periodista se hizo pasar por un potencial y supuestamente adinerado cliente de su empresa de relaciones públicas, que la grabó hablando -y no precisamente bien- de la reina Isabel, la reina madre, Carlos y Camilla y el mismísimo Tony Blair.

Formar una familia
Hasta 13 abortos sufrió Sophie antes de quedarse embarazada de su hija mayor, Lady Louise. Las complicaciones en el parto fueron tales que madre e hija estuvieron al borde de la muerte y provocaron en la pequeña unos problemas de visión que aún hoy padece la nieta menor de la reina Isabel II.

Desencuentros
La relación del príncipe Eduardo con su madre es muy especial, pero parece que no lo es tanto con el resto de sus hermanos. Al parecer, el conde de Wessex siempre se ha sentido solo en Buckingham Palace y muy alejado del resto de la familia.

Apoyo incondicional
Cuando Meghan Markle no pasaba por su mejor momento dentro de la Corona británica, Sophie Wessex fue el ejemplo perfecto de cómo enderezar un comienzo difícil en la relación con los Windsor y finalmente mantener una excelente relación con la Reina.

Un matrimonio muy respetado
Actualmente, Eduardo de Wessex y Sophie Rhys Jones son dos de los miembros más valorados de la familia Windsor. Él representa a la reina Isabel II en numerosos actos, tanto dentro como fuera del Reino Unido y ella es la patrona de más de 70 organizaciones benéficas.
