Obviamente, hay muchas formas de realizar sexo oral a tu pareja, y lo recomendable es utilizar distintas técnicas juntas. No tiene importancia el lugar que escojas, puede ser en casa, en la cama o en algún lugar que os de morbo a los dos, pero necesitas sentirte relajada y excitada a la vez para que la empresa sea un éxito. No hay nada peor que practicar sexo oral sin ganas.
Si no te apetece es día, es mejor que no lo hagas. Pero imaginemos que estás con un hombre que te gusta y sabes que a ambos os apetecería practicar sexo oral en ese momento, no te agobies si estás empezando a iniciarte en el arte del sexo oral, lo mejor siempre es dejarte llevar por la intuición y disfrutar tú también del momento. Si tienes una buena comunicación con tu pareja, disfruta de ese momento de unión íntima.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es la postura, lo más común suele ser que el hombre esté acostado boca arriba y la mujer, de rodillas y entre sus piernas. La comodidad de ambos es esencial. Pero el pequeño inconveniente es que el acceso a la zona trasera masculina (el perineo y el ano) es difícil en esta posición. Para esto, puedes deslizar una almohada debajo de su culete. Otra posición que también les enloquece a ellos es que tú estés de rodillas entre sus muslos mientras él está sentado al borde de una cama o una silla, o de pie. ¡Muy sexy!
También puedes practicar aquello del quid pro quo y proponer un 69. Aunque esta posición es una de las más privilegiadas, en realidad tiene algunas desventajas, como por ejemplo la dificultad para concentrarse en el placer de tu pareja cuando te dejas llevar por tus propias sensaciones. Eso sí, si a ti también te apetece recibir sexo oral, debes comunicarlo a tu pareja. El sexo se disfruta cuando es bidireccional y se trata de dar y recibir. Si quieres que tus artes amatorias mejoren, te damos algunos trucos para realizar el mejor sexo oral del mundo. ¿Lista?
Mima los testículos
Es una parte con la que hay que tener mucho cuidado. Junta el escroto y el testículo y cógelos con la mano firmemente pero con delicadeza. Con los testículos elevados, sostenidos y calientes, el hombre siente un increíble bienestar. Es el comienzo del éxtasis.

Estimula el tronco del pene
Comienza por acariciarlo con la punta de los dedos. Estimulalo con diferentes toques. Luego aplícale presión por medio de un anillo que formarás con el dedo pulgar y el índice o con la mano entera. La presión puede ser continua o discontinua. Ahora tu boca toma el puesto, recorriendo a lo largo del pene. Con la lengua lo lamerás generosamente en ambas direcciones, del glande a la base y viceversa, concentrándote en la parte inferior, donde hay mayor sensibilidad.

Dedícate al frenillo
El frenillo del glande es un pequeño pliegue cutáneo que une la cara inferior del glande con la superficie interior del prepucio y que está lleno de corpúsculos de placer. Exponlo empujando suavemente el prepucio hacia la base. Moja la punta del dedo índice y colócalo en el frenillo, haciendo pequeños recorridos de ida y vuelta sobre su eje. Describe pequeños círculos. A continuación pásale la lengua lentamente haciendo primero un largo recorrido para volver a pasar a un ritmo más rápido.

Succión con masaje
Introduce el pene en tu boca hasta donde puedas, estira tu lengua y masajea el pene haciendo círculos con tu lengua, subiendo poco a poco. Con cada círculo que hagas, haz una succión intentando que las paredes de tus mejillas masajeen el pene.

Juega con la corona
Del frenillo a la corona o anillo del glande hay solo un paso. Sigue la parte más prominente de la corona con la punta del dedo mojada. Luego trabaja con la lengua, continuando con el borde más saliente del anillo.

Estimula el escroto y la zona perianal
Los testículos, la zona perineal, la región que separa los testículos del ano son muy sensibles al tacto y al sexo oral y disparan sensaciones muy placenteras.

Encuentra el ritmo
Comienza lentamente, aumenta gradualmente. Lo mismo para la aspiración, suave al principio, luego más fuerte, pero siempre con moderación. A lo largo de la caricia depende de ti modular y alternar la amplitud, la presión y la velocidad de los movimientos. Asegúrate de que la salivación sea abundante. Evita hacer bombeos rápidos y enérgicos, como si quisieras terminar.

Juego de miradas
Los hombres responden con mucha intensidad y excitación a los estímulos visuales. Por eso puede ser una buena idea que establezcas contacto visual con tu pareja mientras le haces sexo oral. ¡Le volverá loco verte los ojos!

No te cortes
Al igual que el estímulo visual puede ser excitante para ambos, también lo puede ser el auditivo. No te cortes expresando tus deseos verbalmente, y prueba a intentar murmurar o a ronronear mientras proporcionas sexo oral a tu pareja. Las vibraciones de tu voz alrededor de su pene y el escuchar tu propio placer le volverán loco.

El momento sublime
Tragarse o no tragarse el semen de tu pareja solo es cuestión de gustos. No lo hagas si no te sientes cómoda, que ambos disfrutéis es lo principal.
