En pleno corazón del otoño, es habitual que nos apetezca dar un pequeño giro a la decoración de nuestro hogar. Ahora, nos apetece optar por tonos más intensos, oscuros y propios de esta época del año. Mientras que durante la primavera-verano reinan los turquesas o los amarillos, el otoño-invierno conecta con el verde bosque o el marrón chocolate. Eso sí, el rey absoluto de este 2024 es el cereza, granate o borgoña (como prefieras llamarlo).
Pese a que decorar con colores oscuros no es siempre fácil, sobre todo en espacios pequeños y con poca luz, objetos de pequeñas dimensiones como jarrones, lámparas o manteles ayudan a generar un ambiente trendy y acogedor al mismo tiempo. En esta selección shopping en clave deco apostamos por distintas versiones del cereza para añadir un toque cool a nuestros salones, cocinas, dormitorios y despachos.
De una lámpara a una silla: objetos de decoración para incorporar el color cereza en nuestro hogar
Aura otoñal
El Burgundy #E694 de CIN Valentine es un tono ideal para vestir tus paredes. Está inspirado en el color del vino francés de Borgoña. Otras opciones de la gama son el Rubí #E120 (con más morado), el Rojo Sensual #E162 (algo más rojizo) y el Granate #0115 (más cálido).
Sin miedo al exterior
Tanto si habitas en zonas donde se puede disfrutar de la terraza durante todo el año por el clima como si no tienes miedo al frío, Calma Chechu apuesta por esta silla de exterior de estilo retro con un estampado de rayas donde el cereza es protagonista (326 euros).
Mucha calidez
Este tipo de colores aportan a las estancias un toque acogedor, sobre todo si hablamos de esas lámparas que dan luz cálida. Es el caso de este modelo de mesa de &Tradition (149 euros) en color granate y con un estilo clásico.
Todo en orden
Muchos apuestan por objetos útiles tanto para ordenar como para decorar las habitaciones de la casa. En Flying Tiger Copenhagen son expertos en ello y proponen este organizador de cables burdeos con tapa de bambú (3 euros).
Sí a los 'prints'
Este cojín de lino bordado de Tressé (117 euros), que cuenta con una estética sententera por su estampado geométrico, es un perfecto complemento otoñal tanto para los sillones o sofás del salón como para las camas de los dormitorios.
Hora del brindis
En los meses de frío, no hay mejor plan que reunirse en torno a la mesa y en la calidez de la chimenea con amigos y familia. Este carrito camarera de The Masie (189,95 euros) es perfecto para servir bebidas y aperitivos durante estas quedadas que se prolongarán en el invierno.
Para el desayuno
Las vajillas también sucumben a los colores otoñales en propuestas como la de Ferm Living, formada por un set pintado a mano de taza y plato a rayas (45 euros) que es ideal para acompañar el café con una tostada.
Adiós a la rutina
Ya sea para aquellos que teletrabajan o para esos que no tienen un asiento asignado en la oficina, el granate también invade organizadores como este de Vitra (199 euros): práctico para almacenar herramientas de trabajo y compacto para transportarlo fácilmente.
Los ojos tienen que trabajar
Los cuadros y demás elementos decorativos nos pueden transportar a lugares y momentos vividos. Y eso es lo que hace esta obra de Rose England (73,95 euros): refleja una vibrante noche en el Soho de Londres.
Vestir la mesa
Los textiles que acompañan a las vajillas y demás piezas esenciales en las comidas también se tiñen con el tan en tendencia color burdeos. Por ejemplo, los manteles individuales con estampado floral de Tana & Co. (21 euros).
No sin condimentos
Zara Home se une a la moda del tono cherry y apuesta incluso por teñir este molinillo para especias de madera de haya lacado (45,99 euros). Por su estilo retro nos recuerda a esos que son comunes en los restaurantes italianos.
Crear contrastres
Con asas asimétricas y un print de rayas superllamativo, The Masie presenta este jarrón que contrastará muy bien con flores de distintas tonalidades para darle color y alegría a estos meses de otoño e invierno (96,95 euros).
* Este artículo se publicó originalmente en el número 444 de Marie Claire y fue escrito por Sandra Escriña. Adaptación: Anna Pardo.
